Itongadol/AJN.- Los cánticos contra el régimen en la reciente procesión fúnebre del ayatolá reformista Jalaluddin Taheri en Irán han llamado la atención de los medios internacionales.
El ayatolá Taheri era un crítico del régimen que, como protesta, en 2002 renunció a su cargo de líder de la oración de los viernes en Esfahan. Ése fue un paso valiente, en la medida que los líderes de la oración de los viernes son, en general, directamente designados por el líder supremo (NdR: Alí Jamenei, en la foto, votando en los comicios anteriores).
La pregunta que muchos se hacen es: ¿qué impacto podrían tener en las elecciones (de este viernes) esas protestas, las primeras en mucho tiempo?
La respuesta: por sí mismas, ninguno.
Solo manifestaciones más grandes y frecuentes podrían hacer la diferencia, y si ello sucediera, el resultado sería una represión severa, seguida por el hecho que el ayatolá Jamenei y los Guardianes de la Revolución se aseguren de que un candidato de línea dura gane las elecciones. En tiempos de confrontación, este grupo de tomadores de decisiones rehúye al compromiso, ya que ello podría interpretarse como debilidad.
Mientras tanto, es seguro decir que el candidato moderado Hassan Rowhani no tiene posibilidad alguna de éxito. No hay duda de que Rowhani y el reformista educado en Stanford Mohammad Reza Aref son mucho más populares que los candidatos conservadores; sin embargo, el líder supremo no permitirá que los votos a su favor sean contados.
Rowhani y Aref desean mejores relaciones con Occidente y una economía más abierta. A los ojos del líder supremo, Occidente usaría esa apertura para exigir más derechos humanos para los iraníes, lo cual es visto como un cambio de régimen encubierto.
Cuando se trata de proteger sus intereses, Jamenei no perdona, dada su reciente decisión de dejar de financiar a Hamas debido al apoyo del grupo terrorista a la oposición en Siria. El régimen de Jamenei es cada vez más inseguro en el país y el extranjero. Tanto Hamas como los iraníes reformistas fueron alguna vez aliados de la revolución, mírenlos ahora.
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