Pese a ser uno de los líderes más veteranos de la región, Arafat continúa manteniendo el control de la situación, al menos en Cisjordania. La inteligencia israelí prevé que mientras el presidente del movimiento gubernamental palestino Al Fatah siga en el poder, no será posible llegar a un acuerdo de paz y el enfrentamiento actual continuará.
El ex ministro de Interior palestino, Mohamed Dahlan, de 44 años, muy carismático y fuerte militarmente en Gaza, encabeza el sector reformista y pretende convertir a Arafat en una reina madre, un símbolo nacional sin poderes reales. Dahlan intenta conquistar centros de poder en Cisjordania, donde el político más popular –al margen de Arafat– es Marwan Barguti, el llamado jefe de estado mayor de la intifada, encarcelado en Israel.
Dahlan exige a Arafat que ceda el control de las fuerzas de seguridad y que combata la corrupción, cumpliendo sus promesas. El jefe de los reformistas exige también al rais que firme las leyes aprobadas por el Parlamento palestino.
La semana pasada, Dahlan se preguntó con un tono muy provocativo «si los 5.000 millones de dólares de ayuda internacional aportada a la ANP en los últimos años se han caído por la alcantarilla». La UE, uno de los principales donantes, ha decidido enviar a las cárceles israelíes investigadores para interrogar a presos palestinos sobre la posible financiación de actos terroristas por parte de la ANP con dinero europeo.
La UE ha transferido a la ANP en los últimos diez años unos 1.500 millones de euros. En la actualidad, la UE entrega diez millones al mes, destinados en primer lugar a pagar los salarios de funcionarios y miembros de los cuerpos de seguridad. El FMI desveló el año pasado que altos cargos de la ANP transfirieron a sus cuentas en bancos extranjeros 900 millones de dólares procedentes de donaciones europeas y de ganancias de los monopolios del Gobierno en los territorios palestinos.
A finales del 2003, la Oficina contra el Fraude Presupuestario de la UE inició una investigación a raíz de la demanda de 170 diputados del Parlamento Europeo de que se averiguara si fondos europeos fueron utilizados por Arafat y por otros cargos palestinos para financiar las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah.
En el pasado, algunos dirigentes de este grupo entrevistados por la prensa reconocieron que recibieron ayuda económica de la ANP y que, a veces, los cargos de las fuerzas de seguridad palestinas les ordenaron llevar a cabo atentados. Uno de ellos fue Mohamed Nimer Nayfe, planificador de numerosos atentados, que lo reconoció en una entrevista con este diario en la cárcel de Hashikma, en Ashkelon.
La petición de la UE a las autoridades israelíes coincide con las exigencias de muchos palestinos opuestos a Arafat que quieren que se investigue la corrupción de sus colaboradores. Uno de los casos más llamativos es el de las sospechas de que ministros y trabajadores de la ANP están metidos en un negocio millonario por la venta de 420.000 toneladas de cemento egipcio a Israel, que supuestamente sería usado para construir el muro de seguridad israelí en Cisjordania. Según el diario Haaretz, uno de los principales beneficiarios es la esposa de Arafat, Suha, que reside en París hace años con su hija, Zawa. La UE investiga este supuesto delito.
FTe L.V.D