(EFE).- El primer ministro israelí, Ariel Sharón, afronta hoy, lunes, las cinco últimas mociones de censura de la oposición antes del receso de verano.
El Partido Laborista, el principal de la oposición en la Kneset, el bloque pacifista Merets-Yahad y el Partido del Judaísmo de la Biblia, criticarán la política económica y social del Gobierno, que afecta particularmente a los sectores más humildes de la población.
Sharón negocia actualmente con el Partido Laborista, que preside Simón Peres, y con representantes del Judaísmo de la Biblia, para que ingresen en su coalición con el objetivo de ampliar su base parlamentaria para aplicar su plan unilateral para «descontarse» de los palestinos.
Dicho plan incluye evacuar al Ejército del territorio palestino de Gaza y desmantelar los 21 asentamientos judíos creados allí desde la guerra de 1967.
Precisamente ese plan, al que se oponen varios ministros y legisladores de su propio Partido Likud, así como los colonos de los asentamientos judíos, respaldados por el sector radical del nacionalismo israelí, que se separaron total o parcialmente de la coalición, fue el que dejó a Sharón en minoría en la Kneset, y en crisis a su Gobierno.
Otro partido de la minoría religiosa ortodoxa, el Shas, atacará al Gobierno por el proyecto de ley para admitir el matrimonio civil, lo que permitiría casarse a al menos 400.000 israelíes que se niegan a hacerlo con la obligada intervención del Rabinato.
La quinta moción será presentada por el Partido Balad, uno de los tres que representan en el Parlamento a la colectividad palestina residente en Israel y su objeto será condenar la represión militar en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza.
El próximo miércoles, al clausurarse las sesiones del período de primavera, Sharón tendrá que pronunciar un mensaje sobre el estado de la nación en la Kneset, que también será sometido a votación.
De momento, las gestiones de sus representantes para conformar una nueva coalición de Gobierno siguen adelante con los laboristas y con el Judaísmo de la Biblia, cuya incorporación a la coalición puede alejar de ella al Partido liberal de centro Shinui (Cambio).
Uno de los representantes de Shinui en el Gobierno, Abraham Poraz, ministro del Interior, declaró hoy a la radio pública que su Partido -con 15 escaños parlamentarios- aceptará la incorporación de ese Partido ultraortodoxo, con cinco diputados, a menos que Sharón llegue a un acuerdo con los 20 legisladores laboristas.
Poraz explicó que en ese caso, la fuerza política de los partidos laicos -que entre otras leyes anticlericales promueven el matrimonio civil- sería predominante en el Gobierno y Shinui podría conformar a sus votantes de la clase media y liberal.
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