BUENOS AIRES, JULIO 16, 2004 (AFP) – La primera dama y senadora peronista Cristina de Kirchner sostuvo el viernes que siente una profunda vergüenza por el comportamiento del Estado argentino ante el atentado en la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos hace 10 años, y cuestionó la conducta de los líderes de la colectividad.
«Como ciudadana siento una profunda vergüenza por cómo se comportó el Estado argentino. Hay una convicción y una obligación personal. Por eso se tomaron las medidas inéditas en el caso AMIA, donde decir la verdad debía ser la primera premisa», dijo la legisladora y esposa del presidente Néstor Kirchner.
Respecto del décimo aniversario del ataque, sin haberse hallado aún pruebas contra nadie, dijo que la causa AMIA la llevó «particularmente a estudiar» y a interiorizarse «acerca del fundamentalismo terrorista».
«Por eso tomé la postura por el no envío de tropas a Irak», indicó, en doble alusión a la decisión de Carlos Menem de enviar tropas a la guerra del Golfo en 1991, cuando era presidente, y al rechazo de Kirchner de sumarse a la fuerza que produjo la caída de Bagdad en 2003.
La primera dama dijo que «hay que tener también en cuenta que muchas veces las autoridades que representaban a la comunidad judía no estaban a la altura de las circunstancias».
«He tenido que ver cómo cambiaba algún representante de esa comunidad. Y no lo hacía en base a convicción sino en base a intereses tal vez personales como una entidad financiera», citó, sin nombrar, a Rubén Beraja, máximo dirigente de la comunidad judía de 300.000 miembros, ex presidente de un banco quebrado. La Justicia confirmó precisamente este viernes que Beraja, acusado por familiares de las víctimas de haber encubierto a los responsables del ataque, seguirá detenido y bajo proceso por administración fraudulenta y vaciamiento del Banco Mayo.
Beraja era el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), entidad madre de la colectividad, en el momento del atentado.
«Me avergüenza como ciudadana argentina, sino como ser humano. Que alguien pueda negociar cosas, crímenes, asesinatos, de lesa humanidad, porque son en razón de ideas o razas, a mí me provoca mayor indignación. Es una traición a los suyos de esa persona de la raza, la idea o religión», dijo la senadora. Las declaraciones de la senadora fueron publicadas por el sitio de internet www.itongadol.com.ar
El presidente de la AMIA, Abraham Kaul, dijo este viernes en rueda de prensa que «tenemos en claro que todavía hace falta una autocrítica de la comunidad judía de Argentina, pero ni Beraja ni otro miembro alentaron un atentado».
La legisladora fue presidenta de la comisión parlamentaria de seguimiento de la investigación del ataque.