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Este fue el lema de nuestro CAMP 2013. Como hacemos hace varios años en Juventud Judaica, tuvimos nuestro campamento en Colonia Avigdor, esta vez, la sexta edición del Camp, con la participación de más de cientocuarenta personas.
El Camp de Judaica tiene varias particularidades. La primera es que no es el cierre del año de actividades, sino que es la forma de iniciar un año de una forma diferente, donde janijim, de Noar Judaica, Betam del Oeste, del interior del país, de EE. UU. tienen la oportunidad de encontrarse durante 11 días, y tener una vivencia judía única.
Esta es la mejor forma de poder trabajar en Red, donde cada institución, cada janij que viene de diferentes lugares del país, se siente integrado en un trabajo conjunto.
La segunda particularidad es que nuestro lugar del Camp es Avigdor, la última colonia judía, donde hace más de 75 años judíos alemanes que se escapaban de la Shoá pudieron continuar con su judaísmo, y hoy nosotros seguir con el trabajo que hicieron nuestros abuelos, celebrando cada shabat en la Sinagoga del lugar, escuchando a los colonos contarnos sus historias; y, de esa manera, poder transmitir su legado.
Este año, el Camp fue del 3 al 13 de enero, donde más de ciento cuarenta personas, entre janijim, madrijim, coordinadores y rabinos, eligieron vivir esta experiencia única.
Como hacemos todos los años al llegar al Camp, les pusimos nombres a nuestros grupos, armamos nuestro propio makom; hicimos el fogón, nadamos en el Tajamar y en la pileta, y nos sorprendimos con fuegos artificiales. Bailamos en el Shabateando, practicamos deportes en el Iom sport, tuvimos peulot grupales, tefilot y momentos de estudio con nuestros rabinos.
Los Beit Midrash son espacios de estudios de nuestras fuentes con nuestros rabinos, Rab. Sergio Bergman y Rab. Ale Avruj, donde los chicos pueden preguntar y comprender que las fuentes no son antiguas, sino que nos hablan también al día de hoy.
En el segundo Shabat del Camp tuvimos la oportunidad de celebrar tres Bnei Mitzvá, pero esta vez en lugar de que sean janijim a la edad de trece años, fueron tres madrijim, que por diferentes situaciones no pudieron hacerlo en su momento y decidieron estudiar, preparar la lectura de la Torá y dejarle una marca a sus janijim, entendiendo la importancia de continuar con la tradición, aun más en Avigdor.
Es el tiempo de felicitar y agradecer a todos los que hicieron y formaron parte de nuestro Camp, a la hanalá, madrijim, rabanim y a los padres que nos entregan a su tesoro más preciado que son nuestros janijim.
Especialmente agradecer al Rabino Sergio Bergman, que hace varios años tuvo un sueño; y hoy todo Juventud Judaica lo puede disfrutar.
Porque las imágenes dicen más que mil palabras, pueden ver toda esta hermosa experiencia haciéndose amigos en el Facebook de JUVENTUD JUDAICA; y de esa manera, también enterarse de todas las actividades que realizamos durante el año.
¡YA ESTÁ ABIERTA LA INSCRIPCIÓN AL CAMP 2014! No te lo pierdas.