«Hall» es una composición hecha para dos hombres (Asher Lev y Yaniv Cohen) y tres mujeres (Yasmeen Godder, Iris Erez y Kama Kolton). La puesta en escena, dice la coreógrafa, es lo que ella llama «un centro comunitario que parece ser de alta calidad y no lo es. Mitad magnífico, mitad desintegrado. Una magnificencia anticuada, que retiene algo del pasado».
Ésta es una producción barata que se adapta fácilmente a cualquier lugar, incluso al comedor de un kibbutz. Los espectadores de Yiftah no perdieron de vista esa «magnificencia y desintegración», que también reflejan el estado actual de los Kibbutzim.
La actuación produjo un evento artístico único, un momento de conexión entre el espacio físico y la obra, entre los bailarines y el público.
Godder nació en Jerusalem y se crió en Nueva York, donde estudió danza desde pequeña. Regresó a su país natal para servir en el ejército y dejó de bailar. Ella asegura que el corte fue positivo porque generó un mayor deseo.
Cuando finalizó el servicio militar, volvió para estudiar en la Universidad de Nueva York. Su primera presentación en Israel fue en 1999, año en el que decidió quedarse vivir y trabajar allí, manteniendo estrechos lazos con la escena de Nueva York.
A pesar de ser una autora en crecimiento y con algunos premios en su carrera, todavía no es reconocida formalmente por el ambiente artístico. Sus presentaciones en Israel son poco frecuentes pero la próxima será en agosto en el Festival Hot Dance.
Fuente: Haaretz
Traducción: Leila Mesyngier