En este sentido, el magistrado consideró que todo nació de «una confusión», según informaron hoy fuentes judiciales citadas por las agencias DyN y Télam.
El juez había tomado testimonios al presidente de la AMIA, Abraham Kaul, y al intérprete oficial, Walter Kerr, quienes ratificaron haber escuchado al presidente Néstor Kirchner hablar sobre la aparición de los casetes.
Kirchner había afirmado que fue mal interpretado cuando habló sobre esos casetes en la Casa Rosada, al asegurar que dijo haber hallado «remitos o recibos» de los mismos. Sin embargo, Kaul aseguró ante el juez haber escuchado que el mandatario habló sobre el hallazgo de las grabaciones.
La secuencia se había iniciado el lunes 19 a las tres de la tarde, en la sala de conferencias de la Casa Rosada.
Después de reunirse con Kirchner, varios funcionarios del Gobierno y el Comité Judío Mundial, el presidente de la AMIA, Abraham Kaul, se sentó al lado del secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y anunció: Kirchner acababa de informarle de la aparición de los casetes, una prueba clave para la causa porque contenían escuchas telefónicas sobre dos sospechosos del atentado —uno de ellos, Carlos Telleldín— y habían sido «perdidos» misteriosamente hacía diez años. Más tarde, Kaul le aclaró a Clarín que Kirchner había hablado de un casete más, es decir 46.
Tras el anuncio, el Gobierno se tomó, extrañamente, 21 horas para desmentirlo. Lo hizo el martes pasado al mediodía, en un acto en Vicente López. Allí Kirchner decidió blanquear el error, aunque a su manera: dijo que lo que en realidad se habían encontrado fueron recibos de los casetes y descargó las culpas en Kaul: «Está absolutamente claro que lo que yo le dije al señor Kaul, es que lo que se había presentado en la causa son los recibos de quienes se llevaron los casetes».
Fte Clarin