El grupo islámico Hamas, aturdido por el cierre de la frontera que comunica Gaza con Egipto, declaró hoy lunes que el nuevo liderazgo islámico en El Cairo impone la misma pena a los palestinos que la aplicada por el derrocado ex presidente, Hosni Mubarak.
Egipto cerró el cruce de Rafah la semana pasada después de que terroristas no identificados mataron a tiros a 16 policías egipcios cerca de la frontera de Gaza antes de lanzar un ataque sobre Israel, que fue sofocado rápidamente.
"Hemos sufrido desde el régimen injusto de Mubarak que participó en el bloqueo (israelí) a Gaza. ¿Por qué debemos sufrir ahora en la era de la revolución de Egipto y la democracia?", se preguntó el ministro del Interior de Hamas, Fathi Hammad.
"Al liderazgo egipcio se le solicita que ordene la reapertura del paso fronterizo de Rafah para aliviar el sufrimiento de los palestinos que quieran viajar, los estudiantes, pacientes, residentes en terceros países y peregrinos", agregó en un comunicado.
Israel se negó durante años a otorgar los visados de salida para todos, pero una pequeña minoría en Gaza ve a Rafah como la única ventana al mundo para casi los de 1,7 millones de palestinos que viven en el enclave. Se estima que unas 800 personas al día utilizaban ese pasaje para llegar a Egipto.
Desde el cierre, miles de personas quedaron varadas, aunque El Cairo realizó una breve apertura el viernes para permitir a los palestinos atrapados en Egipto que regresen a su casa.
Egipto dijo el lunes que abriría el paso en forma temporal una vez más, pero sólo durante tres días, principalmente para permitir los viajes para los casos humanitarios, como los palestinos que buscan atención médica en el extranjero, y los estudiantes, anunció un funcionario de Hamas.
"Si Palestina no era una prioridad para usted, usted debe cambiar de dirección", dijo Hammad en un reproche inusualmente fuerte.
Hamas creía que el presidente egipcio, Mohamed Morsi, marcaría el comienzo de un nuevo período de armonía entre Gaza y El Cairo, pero esto todavía tiene que materializarse ya que depende de las consideraciones estratégicas que involucran el tratado de paz que desde 1979 mantienen Egipto e Israel y la ayuda militar de Estados Unidos.
Inmediatamente después de la matanza del Sinaí, Hamas ordenó el cierre de alrededor de 1.000 túneles dedicados al contrabando en su frontera con Egipto para evitar la posible infiltración de los atacantes.
Varios túneles se mantuvieron operativos para traer materiales de la construcción, alimentos y combustible a Gaza, pero Hamas se mostró dispuesto a mantener cerrados todos los pasajes subterráneos, si Egipto accede a provocar a Israel y deja que crezca el flujo de mercancías a través de Rafah.
Israel mantiene un estricto control de todas las importaciones a Gaza para impedir que las armas lleguen a Hamas, que se niega a reconocer el derecho del Estado hebreo a existir. Mubarak, desconfiaba profundamente de los islamistas y estaba feliz de apoyar el bloqueo a Gaza.
Enemigos políticos de Hamas instaron a Egipto a destruir todos los túneles.
"El contrabando ilegal va en detrimento de los legítimos intereses de nuestra nación y sus ciudadanos", afirmó Tayeb Abdel-Rahim, un alto asesor del presidente palestino, Mahmoud Abbas. Sus comentarios fueron denunciados por Hamas, que llamó a los túneles de un "salvavidas" para la gente de Gaza.
648