Centenares de israelíes disfrutaron en la noche de ayer, domingo, de una lluvia de meteoritos desde el observatorio Mitzpe Ramon, en pleno desierto del Negev, en el sur del país, cuya ubicación y altura lo convirtieron en un perfecto punto de observación.
Como parte del evento, organizado por la Asociación Astronómica Israelí, el Club de Astronomía de la Universidad de Tel Aviv, la Fundación Reshit Mada, el Consejo Regional Mitzpe Ramon y la escuela rural Sde Har HaNegev, se atenuaron todas las luces de la zona, incluidas las de varias bases militares.
“Veremos entre 30 y 50 estrellas fugaces por hora”, había anticipado Diana Laufer, del Departamento de Geofísica y Ciencias Planetarias de Universidad de Tel Aviv, quien disertó en la ocasión sobre la reciente llegada a Marte.
“Éste es un evento único, como de un cuento de hadas; es difícil ver esto desde el centro (de Israel) a causa de la contaminación del aire”, contó Yael Ilmar, llegada desde Tel Aviv.
Los hoteles y posadas de Mitzpe Ramon estuvieron repletos, con miles de aficionados a la astronomía alojados desde el sábado, cuando hubo una lluvia de meteoritos más chica.
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