Los servicios de inteligencia de Francia investigaban desde 2009 a Mohamed Merah, el militante islamista acusado de atacar un colegio judío de Toulouse, donde tres chicos y un rabino murieron en un atentado antisemita que conmocionó al mundo.
De acuerdo a documentos clasificados, Merah era investigado con profundidad desde que Francia comenzó a ser golpeada por una serie de asesinatos de soldados de un regimiento de paracaidistas en Toulouse y Montauban.
La investigación de la tragedia ocurrida frente al instituto privado judío Ozar Hatorah situado en Toulouse confirman oficialmente de que Mohamed Merah estaba bajo “la supervisión de los servicios de inteligencia franceses desde 2009”.
La información contradice lo sostenido en su momento por Bernard Squarcini, jefe de la Dirección Central de Inteligencia Interna francesa, quien en declaraciones a la prensa negó que el joven terrorista hubiera estado bajo investigación antes del ataque.
Incluso, fuentes cercanas a la investigación dejaron trascender que Mohamed Merah, quien se atrincheró en su apartamento después de los asesinatos de los soldados y los niños judíos en Montauban y Toulouse, fue interrogado por la policía francesa.
El hecho ocurrió después de los asesinatos de Montauban y se mantuvo en reserva hasta ahora.
En el ataque al colegio Ozar Atora murieron tres niños de 3, 6 y 10 años y un hombre de 30, luego de que el atacante abrió fuego contra un grupo de padres y niños que estaban frente al establecimiento educativo, situado en un barrio residencial de Toulouse, antes de darse a la fuga en una moto.
El hecho conmocionó a Francia en plena campaña electoral y llevó al entonces presidente Nicolas Sarkozy a viajar de inmediato a Toulouse.
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