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Nuestra Tora nos enseña: “Narrarás a tu hijo”, “recuerda lo que te hizo Amalek, no lo olvides”.
El valor de la memoria está íntimamente ligado a nuestro pueblo. Por tal motivo así como nuestra escuela transmite a sus alumnos las raíces, tradiciones y costumbres así tenemos el deber de narrarles a nuestros hijos momentos importantes de nuestra historia, en este caso específicamente a la Shoá, pues a solo un poco más de 65 años de lo acontecido, ya hay negacionistas de esta realidad.
Los alumnos de los grados superiores de la escuela primaria Talpiot estudiaron e investigaron acerca de la vida de “los niños de la Shoa”. Leyeron libros que cuentan la vida de algunos de ellos durante este período oscuro de nuestro pasado, convirtiendo las estadísticas en historias personales. Los talmidim pudieron identificarsse con coetáneos, cuyas vidas fueron truncadas, y pudieron comprender que cada individuo tuvo una vida antes del Holocausto, un nombre, amigos, una familia.
Además indagaron acerca de los “Justos entre las Naciones”, visitaron la casa de Ana Frank, otra niña víctima de esta etapa.
Se coordinó un acercamiento interdisciplinario y los ieladim, a través de la poesía, el arte y la tecnología, pudieron expresar con creatividad e imaginación las poderosas emociones que les provocó aprender sobre este tema. Formaron una exposición acerca de lo aprendido, maquetas sobre la vida en el guetto, construyeron un robot programándolo para que recorra los diferentes países invadidos por los nazis, y construyeron una menorá y en cada brazo pusieron el nombre de un campo de exterminio. El brazo del medio fue hecho en forma de antorcha con una luz, pues representa que a pesar de todo lo acontecido “Am israel Jai”, (“El pueblo de Israel vive”).
El proyecto cerró con clases abiertas para padres, en las cuales los niños fueron los guías de múltiples actividades y al final de la misma se soltaron globos al cielo con deseos para lograr un mundo mejor.