«El mensaje de la película es haz el humor y no la guerra, y así, trata el conflicto árabe-israelí desde el optimismo, sin tópicos ni cursiladas, como una comedia de humor negro», explicaron hoy en rueda de prensa De Pelegrí y Harari, directores y guionistas que se conocieron en Nueva York estudiando en la Universidad de Columbia con Emir Kusturica y Paul Schrader.
‘Seres queridos’ arranca cuando Leni (Aguilera) llega a casa con su novio, Rafi (Toledo), para presentarlo a su familia por primera vez.
Todo marcha bien hasta que Rafi revela que es palestino. «Desde el microcosmos de una familia, retratamos la situación de Oriente Próximo», indicó Harari, quien también cree que la familia es «una forma de masoquismo».
Sin embargo, De Pelegrí matizó que, desde su punto de vista, «no se trata de hacer un retrato de lo que ocurre en Oriente Próximo, porque los miembros de esta familia no son símbolos de nada, sino de hablar de los conflictos de una familia judía, que se acrecientan la noche en que la hija mayor trae a cenar a su novio palestino». «El mensaje es muy optimista, un mensaje de coexistencia y fe en el otro», añadió.
COEXISTENCIA Y AMOR
En esta misma línea, esta realizadora apuntó que los protagonistas de ‘Seres queridos’ acaban perdiendo «el idealismo» por lo que ocurre en la noche que transcurre la historia. «Se dan cuenta de que acaban pensando como los dos bandos, pero al final acaban coexistiendo y queriéndose», puntualizó De Pelegrí, que junto a Harari decidieron servirse del humor para contar esta historia porque «los grandes temas se pueden tratar con humor, pero siempre con respeto».
Ambos realizadores reconocieron que son de origen judío, y que parte del guión de ‘Seres queridos’ está inspirado en sus respectivas familias. «Hay vínculos personales con la historia», declaró Harari, quien añadió que en esta comedia hay «mucha chica y mucha culpa».
60 AÑOS DE CONFLICTO
Por su parte, Guillermo Toledo, quien da vida al novio palestino, indicó que su personaje «lleva en España ocho años trabajando como profesor de la Universidad de Barcelona y cuando empieza a salir con su novia judía los dos creen que ése sería un tema secundario, pero la familia no olvida los 60 años de conflicto».
Finalmente, De Pelegrí y Harari –quienes han colaborado en los guiones de varias películas de Joaquín Oristrell, además de rodar cortos y series de televisión— aseguraron que no han tenido problemas a la hora de codirigir su primer largometraje. «Estamos muy de acuerdo en casi todo, y si yo pienso A y él piensa B, seguro que a medio camino, en la C, estará la mejor solución», concluyó la directora y guionista.