Los funcionarios de la Fuerza de Defensa de Israel pintaron un cuadro desolador de un conflicto futuro entre Israel y el Líbano, y dijeron que probablemente implique una respuesta del ejército israelí, incluyendo un despliegue de fuerzas terrestres.
En vísperas del sexto aniversario de la Segunda Guerra del Líbano, funcionarios de la FDI expresaron su grave preocupación por la relativa calma con la frontera libanesa.
Entre el amanecer islamista de Egipto, el levantamiento sangriento de Siria y la inestabilidad general de Medio Oriente, la situación en el Líbano es vista como bastante estable. Pero los funcionarios de la FDI advirtieron ayer que mientras el agarre de Hezbollah al país crece, las apariencias son engañosas.
“Cualquier escala podría resultar en un disparo de cohetes al centro de Israel. La próxima guerra será distinta. Tendrán que atacar con más fuerza, más violencia, para poder frenar un asalto del frente de defensa lo antes posible”, dijo un alto funcionario.
Israel está al tanto de que el despliegue de fuerzas terrestres “tiene un impacto serio en el lanzamiento de habilidades de Hezbollah”, continuó, y agregó que las maniobras en tierra “les causarán un daño masivo”.
“Incluso si vamos solo tras su infraestructura militar… habrá una proporción completamente distinta entre los explosivos usados en el Líbano y los usados sobre Israel”, destacó.
El oficial agregó que mientras que cualquier conflicto pondría en juego una respuesta israelí completa ésta terminaría a los cinco o seis días. “Sin dudas sufriríamos de algunas bajas, pero entre los rangos de la FDI y del frente de defensa. Es por eso que un despliegue terrestre sería una obligación”.
Comentando sobre el Informe Goldstone, escrito luego de la Operación Plomo Fundido, el oficial dijo que el daño causado al Líbano por dicho conflicto con Israel “hará que Goldstone sea pálido en comparación – debido a que Hezbollah ha elegido hacer el uso más cínico de los centros de población civil”.