Unos 200 jóvenes judíos ortodoxos varones se reunieron hoy, jueves, en Jerusalem para la ceremonia de incorporación al servicio nacional civil, en medio de las disputas entre los políticos de los diversos partidos para incrementar su reclutamiento y el de los árabes israelíes.
La mayoría de ellos pertenece a diversas corrientes jasídicas y llevaba sombreros y abrigos negros y largas peot (mechones de cabello que caen junto a las orejas, foto), pero también había hombres del sector no jasídico y de la comunidad sefaradí.
El director de la Administración del Servicio Civil y Nacional, Sar-Shalom Gerbi, describió al programa como un éxito revolucionario, “a cargo de un proceso gradual de diálogo y entendimiento con líderes comunitarios”.
El propósito es proporcionar parte de una respuesta a una distribución más equitativa de la carga pública entre toda la sociedad, si bien no cree posible una plena igualdad, admitió.
Gerbi les aseguró a los reclutas que el programa no está diseñado para cambiarles su identidad ortodoxa.
En promedio, unos 70 reclutas ortodoxos ingresan mensualmente a los programas del servicio civil, si bien el número creció significativamente en junio, hasta convertirse en el más alto de la historia.
El director de la Administración del Servicio Civil y Nacional recordó que el objetivo del servicio civil era alcanzar el reclutamiento de 2.400 ortodoxos varones en 2015.
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