Horas después de la muerte de Mohamed Merah, el hombre sospechoso de los tiroteos en Toulouse y Montauban, surgieron nuevos detalles que parecían contradecir los informes anteriores con respecto a su identidad.
Según un informe publicado en Le Monde el jueves pasado, Merah no era miembro de ninguna conocida organización terrorista islámica, pero se sometió a un proceso de radicalización.
Merah tenía sellos en su pasaporte que certificaban su entrada a Israel y a otros países de la región. Pese a que fue agregado a una lista de "prohibido volar" realizada por las autoridades de Estados Unidos hace algún tiempo. Los funcionarios no revelaron precisamente cuando Merah fue colocado en la lista.
Mientras tanto, un grupo extremista poco conocido, el jueves se adjudicó la responsabilidad por una serie de tiroteos mortales en Francia, diciendo que eran en respuesta a lo que le llamaron "los crímenes de Israel contra los palestinos".
"Los jihadistas de todas partes están dispuestos a vengar cada gota de sangre derramada injustamente en palestina, Afganistán y otros lugares en los países musulmanes", dijo el grupo autodenominado, soldados del califato, en un comunicado publicado en un sitio web militante llamado Los partidarios de la Mujhadeen.
"Hacemos un llamado al gobierno francés para que reconsidere su política contra los musulmanes… porque esta política sólo dará lugar a un severo castigo y la destrucción", dijo el comunicado.
Más temprano el mismo jueves, un equipo de policiales franceses allanó el departamento de Mohamed, lo que desembocó en que el sospechoso saltará por una ventana y falleciera.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que los ciudadanos musulmanes de Francia no son responsables por la "locura" del autor de los disparos en Toulouse, y que todas las personas que consultan sitios web motivados por el odio o el terrorismo serán castigados por las autoridades.
El ciudadano francés de origen argelino le dijo a los negociadores que había matado a tres soldados la semana pasada y cuatro personas en una escuela judía en Toulouse el lunes para vengar la muerte de niños palestinos y por la participación del ejército francés en Afganistán.
Los muertos en la escuela judía, todos de nacionalidad franco-israelí, fueron enterrados en Israel el miércoles, mientras los familiares sollozaban desconsoladamente.
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