La esposa de Alan Gross, un judío estadounidense detenido en La Habana, celebró la decisión de un juez de su país de liberar temporalmente a un espía cubano para visitar a su hermano con cáncer de pulmón y anheló que el gobierno insular acceda a un gesto humanitario similar solicitado por su marido, ya que el “último deseo” de su madre, que padece la misma enfermedad, es “ver a su hijo por última vez”.
Éste fue arrestado en 2009 y condenado a 15 años de prisión por intentar conectar a la pequeña comunidad judía de la isla con sus pares del resto del mundo a través de Internet.
“Me identifico con la necesidad de René González de visitar a un familiar moribundo y me complace que se le haya concedido el permiso para una visita temporal”, dijo Judy Gross (foto) en un comunicado de prensa emitido ayer, martes.
“Ahora espero que el presidente (Raúl) Castro acceda a la solicitud de Alan para visitar a su madre enferma, Evelyn, quien padece un cáncer de pulmón inoperable”, ya que su “último deseo” es “ver a su hijo por última vez”.
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