Con la presencia del presidente de la AMIA, Guillermo Borger, y del embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit, familiares y amigos de las víctimas del atentado a la AMIA llevaron a cabo su mensual acto de homenaje a las víctimas y en reclamo de justicia.
El acto convocado por la Asociación 18J, Familiares y Amigos de las Victimas en el Atentado a la AMIA, se realizó ayer frente al edificio comunitario, ubicado en Pasteur 633, de la ciudad de Buenos Aires.
Luego de leerse la nómina de las víctimas fatales, prenderse una vela de Izkor (recordación) en su memoria y guardarse un minuto de silencio, Sergio Burstein, miembro de la agrupación, dio su discurso en el que destacó que “es imposible separar lo que fue el atentado a la Embajada (de Israel) y lo que fue el atentado a la AMIA”.
“El atentado a la embajada (del que se acaba de cumplir 20 años el sábado pasado) fue el inició de todo lo que vino después y lo que ocurrió en nuestro país: más de cien muertos, más de quinientos heridos”, indicó Burstein en su discurso.
El familiar también destacó el discurso que el embajador israelí Danny Carmon dio el viernes pasado durante el acto central por el 20º aniversario del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina.
En este sentido, Burstein destacó que Carmon “habló al principio como padre, como víctima y familiar de una víctima; más allá de ser un funcionario”. “Uno siempre siente la dureza del pueblo israelí, son muy duros, son muy fríos. Quedó demostrado que no hay frialdad ni nada, somos seres humanos todos y está lo que nos duele y los que nos pasa”, sostuvo.
Burstein aseguró que quedó “realmente conmovido” con las palabras de Carmon como así también con el discurso de Carlos Susevich. “Realmente fueron muy impactantes para los familiares (de las víctimas del atentado a la AMIA) las palabras de Susevich”, afirmó.
“Ojalá que Carlos Susevich pueda volver a hablar y no haya algunos que señalen que Carlos Susevich hizo política a favor del Gobierno. Creo que pensar eso, como en algún momento se escuchó, realmente es faltarle el respeto a todos los familiares”, sostuvo.
También hizo referencia a los judíos que combatieron en la guerra de Malvinas que “nunca fueron atendidos ni abrazados por los dirigentes comunitarios a los cuales asistieron, cuando en realidad querían lo mismo que quería Carlos Susevich, todos los familiares y nosotros: simplemente un abrazo, ese abrazo que tanto nos cuesta que nos den”.
“De una vez por todas entiendan que el homenaje que se hace a las víctimas no existe un solo familiar, en ningún atentado ni en ningún hecho de ninguna naturaleza, que utilice un familiar utilice a una víctima para hacer arenga política”, expresó el familiar.
Burstein también recordó a las víctimas de los atentados en Atocha, España, y finalmente expresó su deseo de que este año sean juzgados aquellos que permitieron el encubrimiento del atentado a la AMIA, perpetrado el 18 de julio de 1994, con un total de 85 muertos y cientos de heridos.
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