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El presidente del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), Samir Salech, falleció esta noche mientras participaba de un congreso en el Centro Cultural Islámico Rey Fahd en Palermo. Publicamos la última entrevista de Saleh con la Agencia Judía de Noticias.
AJN.- En una entrevista con la Agencia Judía de Noticias, el presidente del Centro Islámico de la Argentina, Samir Salech (foto),junto a Daniel Berliner director de laAgencia Judía de Noticias, AJN enfatizó que “las dos comunidades tendríamos que estar siempre vinculadas de una manera muy pacífica, tendríamos que tener buena convivencia y un buen diálogo y de hecho siempre lo tuve con rabinos”. Respecto de la visita del titular de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, a la Argentina, la consideró como “una reivindicación” para los palestinos. También destacó la figura del presidente de Israel, Simón Peres, quien a su entender, fue quien tuvo “el discurso de más aproximación hacia una política de reconocimiento del estado palestino”. “La comunidad judía y la islámica merecen vivir en paz, porque somos argentinos, de diferentes religiones”, sostuvo. A continuación la entrevista completa:
– ¿Qué representa para ustedes la llegada de Abbas a Buenos Aires?
– Abbas representa a Palestina, que es un país muy caro para nuestros sentimientos por cuanto desde hace muchos años consideramos que se está cometiendo una injusticia con el pueblo palestino porque todavía no tienen un estado propio y para nosotros la visita es una reivindicación porque los sentimientos del Centro Islámico van muy acoplados a lo que quiere el pueblo palestino. Nosotros consideramos que el pueblo palestino está sufriendo mucho: humillaciones, falta de agua, puestos de fronterizos, el muro.
Yo creo que es hora de que el pueblo palestino tenga un estado propio y estamos muy identificados con la lucha de ellos. Por eso recibir a Abbas representa una manera de dar nuestro apoyo, como comunidad islámica. En este país, la comunidad tiene la particularidad de que todos tienen ascendencia siro-libanesa y estamos todos muy relacionados con el pueblo palestino.
– ¿Hace cuánto está a cargo del centro?
– Este es el cuarto año, son dos períodos de 3. Cuando falleció Adel Made faltaban 7 meses para el final de su mandato, entonces lo suplanto el vicepresidente (Omar Helal) Massud, hasta la finalización del mandato. Entonces nos presentamos a elecciones democráticas, me eligieron a mí y después me volvieron a reelegir.
– ¿Cuántas personas hay en la comunidad del centro islámico?
– En Clarín salió un artículo donde mencionaba que los musulmanes en Argentina éramos 800 mil. Nosotros consideramos que somos 400 mil. La plaza más fuerte es Capital, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán. El 80 por ciento de los musulmanes del país es de origen y un 20 es islamizado.
– Respecto de la visita de Abbas. Antes de salir de Israel a Argentina, Peres le pidió a Abbas que no renuncie porque él es indispensable para lograr un entendimiento de paz. ¿Que opina de ese mensaje?
– Creo en los líderes de cada país, pero los primeros que tienen que decir algo son los pueblos. La comunidad islámica de aquí, viendo desde aquí por TV no podemos decirle a los palestinos qué hacer. Peres lo que hizo fue una declaración de deseo, de voluntad. Pero Abbas representa o tiene que representar el sentimiento del pueblo palestino. Los primeros ejecutores de la permanencia de Abbas son los palestinos. En mi caso, y para la Comunidad Islámica Argentina no tiene tanta importancia su permanencia, como el hecho que sea elegido democráticamente por el pueblo palestino. Nosotros aceptamos lo que ellos designen.
– Llega Abbas, ya estuvo Peres, antes nos visito el canciller Lieberman, ¿Argentina se convierte en escenario importante del conflicto en Medio Oriente?
– Peres a mi me simpatizó desde hace muchísimos años porque lo veía como un dirigente del sector de las palomas del gobierno de Israel. Peres fue el que tuvo el discurso de más aproximación hacia una política de reconocimiento del estado palestino y fue socio de Rabin, otro gran estadista israelí que vio la necesidad y la importancia de que los palestinos tengan un estado propio. Peres en el gobierno israelí representa una minoría. Por la sociedad israelí se desechó con el transcurso de los años. Las expectativas del viaje de él, tengo entendido, no están tan relacionadas con el conflicto palestino. Trae empresarios para intercambio comercial y quiere licuar un poco la imagen de lo que pasó en Gaza.
– Sobre ese conflicto, ¿qué es lo que piensa?
– En cuestión de imagen, Israel pagó un costo político muy importante y los viajes de Peres y de Lieberman fueron en ese sentido. En el contexto mundial, Argentina no es un país de peso ni por el PBI, no es importante. Sin embargo, Francia, Inglaterra o Estados Unidos podrían influir en este sentido. Pero de todas maneras, si el viaje de ellos sirve para un corolario de paz, me alegraría muchísimo. Todos los hombres que puedan hacer algo para acercar posiciones para lograr la ansiada paz, lo vamos a ponderar.
– ¿En qué estado está la relación de la comunidad judía y la islámica en Argentina?
– Nosotros consideramos que el problema no es religioso. Consideramos que las dos comunidades tendríamos que estar siempre vinculadas de una manera muy pacífica, tendríamos que tener buena convivencia y un buen diálogo y de hecho siempre lo tuve con rabinos. Porque nuestra comisión directiva considera que es importante el diálogo con todos los credos, tanto el cristiano como el judío. Aclarado esto, nosotros lo que no estamos de acuerdo son con aquellas instituciones que tienen lo que consideramos como “contaminación política”. Es lo que nos impide tener relación con instituciones. Por ejemplo, una vez la secretaría de Culto nos invitó a (Luis) Grynwald (AMIA) y a mi a firmar un acuerdo de paz y convivencia por el conflicto del Líbano. Y tras discutirlo en la Comisión Directiva, no podíamos negarnos porque el propósito nuestro es tener buena relación con la comunidad judía. Entonces fuimos a firmar y a los 10 días Grynwald con Kirchembaum (DAIA) viajaron a apoyar a Olmert, en el peor momento del conflicto, cuando bombardearon y murieron niños y mujeres. Indudablemente eso condicionó el diálogo y nosotros ya no teníamos la certeza de que la AMIA como la veíamos nosotros, una institución apropiada para un diálogo, tuvimos la certeza de que AMIA es una institución religiosa de ayuda. Entonces a partir de ahí la comisión directiva del centro islámico concluyó que tanto AMIA como DAIA tenían un condimento político y que nosotros, como tenemos la intención de tener la mejor relación con la comunidad judía, decidimos que los interlocutores válidos y apropiados deben ser los rabinos. De hecho tenemos buen diálogo con Benhamú, Goldman y Bergman, que son los que más oportunidades tengo de ver y dialogar.
– ¿La institución que preside no tiene cuestiones políticas entonces?
– Esta es una institución fundamentalmente religiosa. Nosotros, por ejemplo, volviendo a Abbas, el representa el custodio del tercer lugar más sagrado para los musulmanes. No solamente implica una proporción de ideas políticas, cuando lo recibamos, le vamos a agradecer el cuidado que brinda a la mezquita de Al Aksa, que es fundamental para los musulmanes. Esta es una institución evidentemente religiosa y no nos metemos en política. Al contrario, muchas veces que nos piden que nos metamos en política, pedimos que hablen con Fearap (Federación de Entidades Americano Árabes), ellos son el brazo político de nuestra comunidad. Cuando se debe hablar de política, nos gusta que se dirijan a la Fearap, no a nosotros que somos religiosos.
– ¿O sea que Fearap es la DAIA y ustedes son AMIA?
– Nosotros creíamos que éramos como la AMIA pero la AMIA se convirtió muy fuerte en la política con Israel.
– ¿Hay relación con la actual gestión de AMIA?
– No hubo intención de acercarse de ninguna de las partes. Nosotros seguimos con nuestras actividades. De DAIA recibimos mensajes para iniciar diálogo pero consideramos que deben hablar con Fearap. Lo nuestro es religioso.
– Recientemente, el secretario de Culto hizo referencia a la convivencia entre las dos comunidades. Y gracias a esta gran convivencia, cuando ocurrieron los atentados, no se rompieron las relaciones entre ambas comunidades. Por la historia y los dirigentes que pusieron las cosas en su lugar. ¿coincide con esta apreciación del Gobierno?
Coincido completamente. Vuelvo a repetir, el problema no es religioso. Irónicamente, yo soy el primer cliente de un proveedor judío y el proveedor judío es mi principal proveedor. Mis principales clientes en el país son judíos y yo soy el principal proveedor de muchos judíos. Creo que la relación comercial que nos permitió tener esa relación, y yo soy muy respetuoso de las opiniones del otro. Por ejemplo Ben Gurión dijo una vez: “Yo opinaría igual que los palestinos si hubiese nacido del otro lado del Jordán”. Parafraseándolo, yo pensaría lo mismo si hubiese nacido cerca de Tel Aviv. Entonces todos somos respetuosos de lo que piensa la comunidad judía. Nosotros pedimos, no exigimos, respeto. Pero más allá de que cada uno tiene su forma de ver la situación la relación sigue muy bien. Es más yo tengo clientes judíos y mantengo una excelente relación, y en una ocasión discutimos sobre este tema. Nos miramos a la cara y nos dimos cuenta de que no íbamos a poder convencernos uno a otro. Nos miramos, nos reímos y durante muchos años no se volvió a tocar el tema. Hablamos de familia, de comercio, de política, de la vida, pero nunca más tocamos temas que nos lastiman y que podrían lastimar una relación que no queremos perder. Soy amigo de sus hijos, de la familia, así como muchos otros. Nos llevamos muy bien, así como Dios nos hizo nacer al otro lado del Jordán.
– Volviendo a la visita de Abbas. ¿Cuál es la expectativa en la comunidad árabe?
– Abbas primero representa a un pueblo con el que nos sentimos identificados. Hay muchas familias acá que tienen familiares en los territorios palestinos ocupados. El conflicto en Medio Oriente nos toca muy de cerca. Este hombre representa el anhelo de paz, de un estado propio para los palestinos y representa para nosotros el custodio del tercer lugar más sagrado para los musulmanes en el planeta. Por esa razón estamos muy satisfechos de recibirlo. Cuando lo recibamos no habrá falsas apologías de ningún tipo, nosotros los musulmanes queremos la paz. A veces hay ciertos condicionamientos por lo que es muy difícil de llevar a cabo la paz, pero Abbas representa eso y la esperanza de que ya que lo ven como moderado, confían mas en el para crear un estado que si fuera una persona más dura.
– Sobre el tema de los atentados ocurridos en la Argentina, ¿cuál es su opinión?
– Consideramos que el atentado a la AMIA, si bien lo sufrió en su mayoría la comunidad judía, fue un atentado contra la sociedad argentina. Yo creo que los terroristas, del signo que fuere, son terroristas. Nosotros siempre dijimos que se es musulmán o se es terrorista. Nadie más interesado que nosotros en que se esclarezca la causa AMIA porque cada vez que se toma la AMIA hay una asociación implícita con los musulmanes y los árabes. Eso es lo que nos duele y nos hiere. Conocemos nuestra comunidad y no tuvo nada que ver. Nadie mas interesado que nosotros en que se esclarezca y cuando fue el atentado nosotros lo repudiamos muy claro. Estamos de acuerdo en que no haya atentados contra absolutamente nadie en esta sociedad, porque los que murieron no fueron judíos, fueron argentinos. Todos somos argentinos, sólo diferimos en nuestra manera de adorar a Dios, todos somos argentinos y condenamos el ataque a la AMIA. Deseamos que se esclarezca y bajo ningún punto de vista vamos a apoyar o reivindicar nada que se le haga a la comunidad judía. La comunidad judía y la islámica merecen vivir en paz, porque somos argentinos, de diferentes religiones.
Pero si los judíos sufren algún acto de antisemitismo, los primeros en salir a condenar somos nosotros.
A Grynwald le aclaré una vez que esto no era personal -mis diferencias con los dirigentes de AMIA- pero yo no tengo ningún problema con él. En el poco tiempo que nos tratamos tuvimos una muy buena relación, es un buen hombre.
– ¿Existe la posibilidad de un acercamiento a la AMIA?
– Lo que pasa es que cuando se identifica plenamente con Israel, con lo del Líbano primero y después con Gaza nunca vimos en AMIA una especie de autocrítica al gobierno israelí por su parte. Nunca vimos que hayan dado un mensaje de paz, excepto una identificación con el Estado de Israel. No tiran una paloma al medio del campo a ver si la podemos recoger. Yo por ahí no estoy al tanto de que ellos hayan dicho “hay que parar porque necesitamos paz, porque en este camino no se logra nada”. Bombardearon Gaza, hay chicos huérfanos, chicos amputados. A casi un año de la ofensiva israelí contra Hamas ¿Qué cambió desde el conflicto de Gaza hasta hoy?
Para los palestinos cambió mucho menos porque están acostumbrados a sufrir. Israel perdió más con lo de Gaza que nosotros. Yo no veo que estén las condiciones dadas para plantear un diálogo. Como dirigente, lo primero que tengo que mostrar es el sentimiento de la comunidad. Yo me debo a ellos. Ellos me eligieron porque consideran que puedo interpretar lo que la comunidad piensa y quiere. La comunidad considera que no cambió la situación. Somos dialoguistas, no tenemos problemas de acercarnos y conversar pero primero tiene que haber un gesto político que contrarreste el apoyo a Israel.
No tenemos que importar conflictos, si observas la comunidad árabe musulmana cristiana, habrás notado que pedíamos en conjunto es el cese de los ataques. Pero nosotros no salíamos a Medio Oriente. Por lo general la dirigencia de AMIA y DAIA comprometen declaraciones y gestos con Israel
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