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Llegar a Israel tiene una significación especial, pero viajar a Israel de la mano del Keren Kayemet le aporta un valor agregado. El KKL ayudó a construir el Estado y en la actualidad continúa desarrollándolo a través de acciones concretas que preservan el medio ambiente.
En toda la extensión del país, la obra del KKL se hace visible y es tangible. Esto lo han podido constatar los participantes de la VI Misión Latinoamericana del KKL a Israel: ¨Es increíble ver con los propios ojos que a través de la Pushke (Alcancía Azul) se construyó un Estado tan moderno¨. ¨La obra del KKL florece a lo largo del camino, en todo el recorrido pudimos apreciar los bosques, los reservorios de agua y los centros de Investigación – no necesita explicación la obra del KKL, simplemente está presente y es vigente¨.
El itinerario incluyó todos los matices y contrastes que sólo Israel puede brindar, con propuestas de interés para las familias con hijos, matrimonios, adultos y jóvenes que conformaron un grupo unido que seguramente permanecerá conectado a través del tiempo.
Tanto los que visitaron Israel por primera vez y aquellos que ya la habían visitado, encontraron numerosas razones para enamorarse y re-enamorarse de Israel.
Los lugares más cercanos al corazón y la fe, como el El Kotel (Muro Occidental) y la mística ciudad de Safed, reforzaron los lazos con el Pueblo Judío y su conexión a través de las generaciones.
La visita al Monte Scopus, los jardines Bahai en Haifa, Ramat Hagolan y la ciudad costera de Tiberias, permitieron vivenciar y disfrutar de las postales típicas del país.
A la tradicional visita a la Knesset (Parlamento Israelí), el KKL le sumó un interesante recorrido por el recinto de sesiones y la sala con los tapices de Marc Chagall, donde los miembros de la delegación pudieron nutrirse de la actualidad y el sistema político de Israel.
Los museos tradicionales, los nuevos y los renovados sirvieron para conocer más acerca de la historia del Pueblo Judío, de Israel y de las personas que sacrificaron sus vidas por el Estado: Beit Hatfutzot, Museo de Hertzl, Yad Vashem, Museo del Palmaj y el Museo Beguin, uno de los más modernos del país.
Los sitios arqueológicos invitaron a sumergirse en el pasado y recorrer la historia: Ir David (frente a las murallas de la ciudad antigua), la impactante Massad y Timna, un parque con importantes descubrimientos arqueológicos y formaciones naturales.
En contraste, se hizo presente la tecnología: una interesante visita al Centro de Investigación y Desarrollo (MOP) de Yotveta, que sorprendió a todos con las ingeniosas soluciones al problema de agua, y lo moderno representado por una ciudad vibrante como Tel Aviv.
El Valle de Hula, el centro de avistaje de aves más importante del mundo, simplemente sorprendió a los visitantes con imágenes de un atardecer en contacto con los colores y sonidos únicos de la naturaleza.
Resultó más pintoresco a los viajeros: Shuk Majane Yehuda (mercado de artesanías callejero), el barrio portuario de Jaffo, el Shuk (mercado) HaCarmel, y Mitjam Harakevet, una zona comercial recientemente construida en la vieja estación de trenes de Tel Aviv- Jaffo.
La visita a los Bosques del Carmel, que fueron fuertemente azotados por incendios forestales, merece una mención especial. Los visitantes, guiados por especialistas del KKL, pudieron colaborar simbólicamente en la limpieza y rehabilitación del lugar: ¨Es triste ver a los árboles quemados, pero fue maravilloso contribuir con la naturaleza y los expertos del KKL en la rehabilitación del lugar¨. ¨Debemos tomar conciencia que los árboles son vida y que hay que cuidarlos¨. ¨Mi papá me sacó fotos subido a un camión hidrante especial, que puede neterse en el bosque y apagar los incendios¨.
Estas actividades, y otras más dejaron una huella en el corazón. Pero, gracias al KKL, esa huella también echará raíces en la Tierra de Israel. Los miembros del grupo plantaron árboles con sus propias manos en Yatir, el bosque más grande del mundo plantado por la mano del hombre: ¨Espero volver pronto para poder ver mi árbol crecer en este bellísimo bosque, un oasis verde en medio del desierto¨.
Algunos testimonios de los cientos de personas que ya han descubierto Israel con el Keren Kayemet:
Ser parte: ¨Viajar con el KKL es conocer y compartir, sentirse parte de la historia¨.
Contrastes: ¨Del desierto a la ciudad, del pasado al futuro, lo tradicional y lo moderno. Un viaje que te abre la mente¨.
Huella: ¨Plantar un árbol en el desierto de Israel? Sólo es posible gracias al KKL¨.
Historia: ¨Una recorrida interior por nuestra historia, para saber de donde venimos¨.
Percepción: ¨Pudimos vivenciar con los 5 sentidos todos los aspectos de Israel¨.
Vínculos: ¨Forjamos relaciones que perduraran para siempre!¨
Interacción: ¨Nos acercamos a la sociedad israelí y conversamos con soldados¨.
Novedades: ¨Recorrimos los lugares tradicionales y aquellos otros que ni imaginábamos que existían… Cada lugar es especial y se puede aprender a cada paso¨.
Sugerencia: ¨Ya no soy la misma persona, he crecido mucho¨. ¨Recomendaré esta experiencia a todos mis amigos y conocidos: Nadie puede perderse este viaje!¨.