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Este martes 13 de diciembre (17 de Kislev) a las 19hs; en la sede de Amenábar 2972 (CABA), el Colegio Wolfsohn-Centro de Educación Menajem Tabacinic, dará inicio mediante la colocación de la piedra fundamental, a las obras edilicias que renovarán completamente a este establecimiento educativo. Construido en los sesenta, y siguiendo el objetivo de excelencia en todos los aspectos, el edificio será transformado en una escuela de avanzada acorde al siglo XXI. La remodelación permitirá a su vez optimizar el uso de los espacios, ampliando también la cantidad de alumnado.
Según el esquema de trabajo planteado por quienes dirigen la obra, que tendrá un costo aproximado de u$d3.000.000, durante el cese de clases por vacaciones de verano se construirán el primer y segundo piso. Así, cuando se reinicie el ciclo lectivo 2012 un importante número de alumnos comenzará a disfrutar de las instalaciones completamente renovadas y tecnología de última generación.
Como es sabido, el Proyecto Wolfsohn 3.0 aborda tres ejes principales:
• Mejoras edilicias
• Nuevos proyectos pedagógicos y mejoras académicas
• Ampliación del programa de becas
El evento, que contará con el Show de Topa, juegos y diferentes actividades, está dirigido a toda la comunidad y tiene como objetivo comenzar a celebrar el renacimiento de una institución educativa judía con un edificio, estructuras, materiales, ambientes y tecnología de vanguardia.
El resurgimiento de un grande
El Colegio Wolfsohn, fundado en el año 1906, es la más antigua de la instituciones educativas judías del barrio de Belgrano.
Desde su nacimiento, hasta mediados de la década del ´90 el Wolfsohn experimentó un crecimiento imparable. Lo que fue una biblioteca, se convirtió en escuela primaria, luego se sumó la secundaria y el campo de deportes. La significativa cantidad de familias que eligieron Wolfsohn colocaron a esta institución en un lugar de referencia en materia de educación judía.
Con la llegada del nuevo milenio, la realidad de las escuelas judías era sumamente difícil: escasa cantidad de alumnos, colegios cerrados e innumerable cantidad de dificultades económicas. Esta realidad no era ajena al Wolfsohn y hacia fines del año 2004, su desaparición era casi un hecho.
Los directivos de la institución propusieron a Jabad Lubavitch hacerse cargo de la misma, siempre y cuando el proyecto educativo y comunitario continuara. Jabad Lubavitch asumió el desafío con el Centro Educativo Menajem M. Tabacianic-escuela Wolfsohn y hoy hay una vibrante y excelente oferta educativa abierta a toda la comunidad.
El colegio también posee en la actualidad dos edificios en los que funcionan el jardín y la primaria, que cuenta con alrededor de 400 alumnos, brinda una vida social muy activa, ofrece proyectos especiales de robótica, inglés, literatura y ciencias, y cuenta con un Programa de Becas, que permite que, también las familias de bajos recursos puedan brindar a sus hijos la mejor educación y la continuidad en los valores judíos.