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La Casa Blanca dijo el jueves que el informe de esta semana de la Organización Internacional de Energía Atómica sobre el programa nuclear de Irán era “muy alarmante” y agregó que seguirá presionando a Teherán para que “cambie su conducta”.
“Necesitan amigarse con el mundo y cumplir sus obligaciones con respecto al programa nuclear. Seguiremos empujando hacia delante en luz de este alarmante reporte”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
También ayer, el secretario de defensa americano, Leon Panetta, dijo que la acción militar contra Irán podría tener consecuencias no intencionadas, lo que hizo eco de las reservas más fuertes de la administración sobre un ataque desde que se dio a conocer el informe.
Panetta le dijo a los periodistas del Pentágono que un ataque solo atrasaría el programa iraní tres años. “Hay que tener cuidado con las consecuencias no intencionadas. Y aquellas podrían involucrar no solo desviar a Irán de su plan, sino, más importante, tener un impacto serio en la región en las fuerzas americanas allí”, dijo.
Panetta, ex director de la CIA, dijo que el informe de la OIEA está en línea con los objetivos de inteligencia que sugieren que Teherán está tratando de desarrollar sus capacidades nucleares, pero que sigue habiendo divisiones sobre si Irán construirá una bomba.
Cuando se le preguntó que pasaría si las sanciones no funcionasen, Panetta dijo: “Creo que nuestra esperanza es que no alcancemos ese punto y que Irán decida que debe unirse a la familia internacional”. Sin embargo, destacó que Estados Unidos acepta que la acción militar debería ser el último recurso.
El Departamento de Estado americano dijo el miércoles que se están trabajando sobre mayores sanciones para la República Islámica. El vocero Mark Toner dijo que Washington estaba consultando con Rusia y otros tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad – China, Gran Bretaña y Francia – así también como con Alemania sobre las medidas que apuntan a poner “presión adicional” sobre Teherán.