El movimiento de reforma en Israel presentó una petición ante el Tribunal Supremo para exigirle al gobierno que establezca un marco para el matrimonio civil en el Estado Judío.
Trece organizaciones que constituyen el Foro para la libre elección del matrimonio, presentaron su solicitud instando al gobierno israelí a crear un mecanismo para el matrimonio civil.
La petición afirma que "el hecho de que la Knesset (parlamento israelí) evitó legislar sobre el asunto no es excusa para que el gobierno utilice su autoridad para evitar la continua violación de los derechos fundamentales".
Se estima que hay más de 300.000 ciudadanos israelíes y residentes de Israel que se definen como "sin clasificación religiosa" y por lo tanto, legalmente no pueden casarse en el estado, ya que sólo las instituciones religiosas pueden celebrar matrimonios y la mayoría se niegan a celebrar uniones entre parejas interreligiosas.
En la actualidad, las parejas que deseen contraer matrimonio en una ceremonia civil pueden hacerlo en el extranjero y registrarse como matrimonio a su regreso a Israel.
La petición critica que la situación actual es "totalmente irracional", señalando que atenta contra el derecho a casarse de miles de personas y, como tal, "obliga al gobierno a rectificar esta violación de los derechos humanos".
Riki Shapira Rosenberg, un abogado del movimiento de reforma que trabaja en la petición, denunció la situación actual por "ridícula" y como una violación de los derechos legales básicos. "Este tipo de situación es característica de un país como Irán y regímenes fundamentalistas, no de una democracia", dijo Rosenberg.
"El status quo no impide la asimilación, porque la gente seguirá adelante y se casará en otro lugar", agregó.
La mayoría de las personas definidas como sin religión son de los países de la antigua Unión Soviética.
El Rabino David Stav, director del grupo de rabinos religioso-sionista Tzohar, expresó su oposición a la institución del matrimonio civil, diciendo que legitima la asimilación.
"Esta petición requiere que el Estado fomente la asimilación y los matrimonios mixtos entre los judíos y no judíos, bajo la cobertura de las leyes del Estado de Israel", dijo.
"Casarse fuera de la fe desconecta a una persona del pueblo judío y no queremos dar el mensaje de que esto está bien”, añadió.
Según Stav la solución a este problema consiste en “hacer de la conversión de un proceso más amigable, para que el proceso del matrimonio religioso sea más cálido y abierto”
Entre las organizaciones que presentaron la petición hay dos grupos ortodoxos feministas llamados Mavoi Satum y Kolech.
492