La familia del soldado Gilad Shalit, que se encuentra cautivo desde hace más de cinco años a manos del grupo islámico Hamas, pasó la víspera del Año Nuevo judío en su carpa de protesta Jerusalem.
"Ha pasado otro año y Gilad todavía no está con nosotros", dijo Noam Shalit, padre del soldado, en declaraciones a Radio Israel.
El papá de Gilad reclamó a “los líderes tomen decisiones difíciles que implican tomar riesgos" para permitir la liberación de su hijo.
Después de las incontables reuniones celebradas entre la familia Shalit y el gobierno, y sus incansables esfuerzos para crear conciencia, Noam exigió al primer ministro Benjamin Netanyahu que devuelva a Gilad, quien fue secuestrado por Hamas desde hace más de cinco años.
"Se lo envió en una misión casi 2000 días, y que no han encontrado una manera de volver", protestó el hombre, según consignó The Jerusalem Post.
"El precio (para que devuelvan a Gilad) no cambia, el precio no baja. Tienen que pagar el precio para llevarlo a casa", instó el padre del soldado.
Asimismo indicó que mientras que Netanyahu se niega a liberar a los terroristas a cambio de Gilad, no ha conseguido poner suficiente presión sobre Hamas a través de otros medios.
Noam añadió que no es la primera vez que un soldado fue tomado como rehén, en referencia al anterior intercambio de prisioneros y soldados. “Pareciera que al gobierno le es más fácil hacer frente a los ataúdes de los soldados que a los soldados que están aún con vida”, apuntó el padre.
Reconoció el riesgo que implica la liberación de los presos, muchos de los cuales pueden volver a cometer actos terroristas. Sin embargo, añadió, "el Estado debe saber cómo hacer frente a esta amenaza". De lo contrario, se preguntó: "¿Qué estamos haciendo aquí en Israel?"
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