Según un informe del medio israelí Arutz Sheva, un nuevo estudio muestra que un intento de bloquear el ingreso a la web ha fracasado. Los expertos hablan sobre lo que podría venir.
Hace más de un año, el mundo haredi religioso fue sacudido por la controversia mientras varios rabinos líderes prohibieron totalmente el uso de internet no relacionado con el trabajo ya que lo consideraban una causa de bitul zaman (pérdida de tiempo, un concepto mal visto ya que los hombres deberían usar su tiempo libre en leer la Tora) y una exposición a influencias negativas, desde la inmoralidad hasta el consumismo.
Ahora, un estudio conducido sobre la prohibición por el Dr. Tzuriel Rashi, del departamento de comunicaciones en el Colegio de Maestros Lifshitz (religioso) en Jerusalem, ha encontrado que ésta es un fracaso.
Mientras que algunos sitios web se dirigen a las comunidades haredi religiosas cerradas en luz de la prohibición, aquellos que ignoraron la disposición han florecido en el último año, según informó en una entrevista con el medio israelí Arutz Sheva.
Entre los sitios que no cerraron están los de noticias Kikar HaShabbat y Hadrei Haredim. La prohibición hizo a estas dos páginas más fuertes, dijo Rashi, en principio porque la discusión sobre los sitios web alertaba al público con el hecho de que proveen información que es difícil que salga en algún otro lado.
“Las páginas de internet haredi crearon una revolución en el mundo religioso. Hasta ese entonces, los medios mostraban una realidad de cómo debería ser, no de cómo es. Y de repente estos sitios empezaron a hablar de las guerras entre los diferentes sectores y líderes hasídicos, sobre crímenes, evasión de impuestos, violencia doméstica, la lucha en las yeshivot, los arrestos a rabinos, etc. Todas las cosas que no han sido cubiertas por los medios escritos haredi”, dijo.
Los políticos religiosos se encontraron ellos mismos enfrentando un nuevo desafío gracias a los sitios prohibidos y están aquellos que afirman que esta era la agenda secreta que podría haber influenciado a los rabinos a prohibir la web. “Los miembros de la Knesset (parlamento israelí) haredi estaban acostumbrados a una plataforma comprensiva, y de repente encontraron, con sorpresa, que su propia comunidad los criticaba”, dijo Rashi.
Este mundo, él dijo, “encuentra difícil entender al medio virtual y que hay cosas que no pueden esconderse estos días”.
El futuro de la prohibición de internet todavía debe ser revisado. Rashi explicó que las reacciones a la falla de la prohibición han variado: mientras algunas, como Belz jasidim, han recurrido a permitir el acceso de internet a sitios selectos, otros, como el grupo jasídico Gur, están intentando reprimir aún más. Gur ha ido tan lejos como para enviar inspectores a varias instituciones públicas para asegurarse de que no tengan acceso a internet.
Entre todo, la falla de la prohibición podría ser un desarrollo positivo que lleva al diálogo entre el mundo haredi y el resto de la sociedad israelí, predijo.