Itongadol.- Yair “Yaya” Yaakov, asesinado por terroristas que invadieron Kibutz Nir Oz el 7 de octubre de 2023 y cuyo cuerpo fue secuestrado durante más de ocho meses, fue finalmente enterrado este viernes en el cementerio del kibutz. Su cuerpo fue recuperado por las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado 12 de junio.
Yaya, padre de tres hijos, vivía en Nir Oz junto a su pareja, Meirav Tal. Nacido en Ofakim, había decidido establecerse en el kibutz años atrás tras casarse con Renana Gome, madre de sus hijos.
El 7 de octubre, tanto Yaya como Meirav fueron secuestrados desde su hogar. Yaya fue asesinado ese mismo día, mientras que Meirav fue liberada semanas después, durante la tregua de noviembre.
Sus dos hijos varones, Or y Yagel, adolescentes al momento del ataque, se encontraban ese día en la casa de su madre y también fueron secuestrados. Ambos fueron liberados en el marco de la misma tregua. La hija mayor, Shir, estaba en su propio hogar dentro del kibutz y logró sobrevivir al asalto.
Durante la ceremonia, familiares y amigos recordaron a Yaya como un hombre sencillo, de sonrisa fácil, amante de la música, de una cerveza con amigos y profundamente conectado a la tierra. Cercanos relataron que soñaba con recorrer el mundo en una casa rodante al cumplir 60 años. Tenía 59 cuando fue asesinado.
El músico Eviatar Banai acompañó el entierro con dos canciones: Abba (Papá) y Layla KeYom Yair (La noche brillará como el día), generando un momento de profunda emoción entre los presentes.
Su hija Shir expresó que desde la pérdida de su padre, “todos los días son Yom HaZikaron (Día del Recuerdo)”, mientras que su hermano Or confesó lo difícil que era hablar de él en pasado.
Quien tomó la palabra entre lágrimas fue Yagel, el menor de los hijos, que había celebrado su Bar Mitzvá mientras su padre seguía secuestrado: “No puedo creer que esto le haya pasado a nuestra familia, a nuestro hogar. Estoy feliz de haber llegado a este momento, a estas últimas palabras, para poder despedirme. Nunca voy a olvidar la última noche juntos, la mejor noche, realmente una noche de despedida”, relató entre lágrimas. “Cada vez que tome una cerveza, juegue backgammon o escuche una de nuestras canciones favoritas, voy a pensar en ti.”
Meirav, su pareja, señaló que quizás el motivo por el que tardaron tanto en devolver su cuerpo fue que “el mundo no estaba listo para separarnos”. “Siempre estás conmigo, en cada pensamiento, en cada respiro. Tus hijos no me dejan ni un instante, y cuando los miro, te veo a vos: tu mirada, tu sonrisa,” expresó.
Renana Gome, ex esposa de Yaya y madre de sus hijos, también tomó la palabra, recordando que, a pesar de una relación compleja en los últimos años, “siempre logramos salir adelante por nuestros hijos”. “Vimos imágenes tuyas caminando el 7 de octubre y tuvimos enormes esperanzas de que ibas a volver. Espero que no hayas sufrido. Puedes estar tranquilo, cuidaré de nuestros hijos y te recordaremos tal como eras,” concluyó.
El kibutz Nir Oz, uno de los más castigados por la masacre del 7 de octubre, volvió a ser escenario del dolor, pero también del compromiso de quienes lo habitan de mantener viva la memoria de sus seres queridos.