Dos jóvenes palestinos de la aldea de Awarta, en la Margen Occidental, fueron acusados hoy, domingo, por un tribunal militar de haber asesinado a cinco miembros de la familia Fogel (foto), en el asentamiento de Itamar.
Uno de ellos, Amjad Awad, de 18 años, declaró a la prensa estar “orgulloso de lo que hice, no me arrepiento y volvería a hacerlo”.
Él y Hakim Awad, de 17 años y del mismo clan, confesaron haber apuñalado y disparado a una beba de tres meses, dos niños y sus padres.
“Aceptaré cualquier castigo, incluso la muerte”, agregó el homicida.
La acusación detalla cómo ambos vieron durmiendo en sus camas a los hermanos Elad, de 4, y Yoav, de 11 años, entraron a su casa y los mataron a puñaladas.
Luego fueron al dormitorio de sus padres y los atacaron, pero Ehud y Ruth se defendieron, sin poder evitar que el primero falleciera por las cuchilladas, mientras que su esposa Ruth ejecutada con un rifle M-16 robado.
Ambos salieron de la casa, pero escucharon el llanto de Hadás, cuya cuna estaba en el dormitorio matrimonial.
Así que “volvieron y apuñalaron a la beba para acallar sus gritos”, relató una fuente de seguridad tras la detención de los asesinos, en abril.
295