Comenzó hoy, lunes, en Chicago, el juicio contra Tahawwur Rana, un canadiense nacido en Pakistán, acusado de utilizar su empresa de servicios de inmigración para proporcionar una coartada a David Headley, un estadounidense que ha confesado haber hecho inteligencia sobre múltiples blancos para el grupo terrorista paquistaní Lashkar-e-Taiba, que luego perpetró el megaatentado de 2008 en Mumbai (India), entre cuyos blancos estuvo un Beit Jabad y sus víctimas incluyeron al rabino Gavriel Holtzberg y su esposa, Rivka (en la foto, su hijo Moishe, sobreviviente de la masacre).
“No sólo supo de los ataques, sino que los aprobó y estuvo de acuerdo con ellos”, dijo la fiscal Sarah Streicker en su alegato inicial ante el jurado en la Corte de Distrito.
Si bien no portó un arma, ni lanzó una granada, Rana desempeñó un rol vital en la preparación del múltiple atentado, ya que aportó recursos y apoyo, incluyendo el empleo de su negocio como un conducto para las comunicaciones con los terroristas, agregó.
Según la fiscal, Rana le habría dicho Headley que “los indios se lo merecían”.
Este último, un testigo clave en el juicio que admitió su responsabilidad para evitar la pena de muerte o su extradición, explicará cómo hizo llegar su información a los terroristas paquistaníes que organizaron el ataque que asesinó a más de 160 personas en la capital comercial de la India.
Rana, quien puede ser condenado a cadena perpetua, y Headley también están acusados de colaborar con terroristas paquistaníes para perpetrar otro atentado, que nunca se llevó a cabo, contra un periódico danés que había publicado caricaturas de Mahoma que enfurecieron a muchos musulmanes.
Por el contrario, los abogados de Rana intentarán demostrar que Headley lo engañó haciéndole creer que estaban trabajando para el gobierno de Pakistán y que no habría violencia.
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