La decisión del jefe de gobierno porteño causó cierto malestar en el bloque de Pro
Hace casi 17 años, su figura comenzó a hacerse conocida cuando frente a Tribunales pedía justicia por las víctimas del atentado a la AMIA. En 2006 volvió a ser protagonista cuando compartió el reclamo de mayor seguridad encabezado por Juan Carlos Blumberg. Ayer, luego de algunos meses de tironeos, el rabino Sergio Bergman aceptó formalmente el ofrecimiento de Mauricio Macri y encabezará la lista de legisladores porteños de Pro en las elecciones de julio.
"Sergio aporta mucho. Es un referente social que entendió que desde la política se puede aportar más a la gente. Viene a poner su compromiso para mejorar la ciudad", afirmó el propio Macri a La Nacion en Punta Carrasco, y luego de recorrer junto con el rabino y flamante candidato las obras casi concluidas del canal aliviador del arroyo Maldonado. "Mauricio representa una alternativa de renovación y es un ejemplo de alguien que se involucró y asumió un compromiso para servir a la sociedad, y que ha incorporado a la política a una nueva generación de argentinos", devolvió gentilezas Bergman, que se transformará, con el cierre de listas previsto para el sábado, en el primer rabino que intenta llegar a la Legislatura porteña.
La elección de Bergman, que ya trabaja con distintas áreas del gobierno de la ciudad, tiene razones de peso. "No suma un solo voto más que Mauricio en la ciudad, pero es alguien con prestigio y trayectoria en la sociedad civil", afirmaron desde Bolívar 1, sede del gobierno porteño.
Lo cierto es que la propuesta, hecha por el propio Macri a Bergman luego de definir a María Eugenia Vidal como su compañera de fórmula, fue recibida de manera dispar en el bloque Pro. Varios de los diputados expresaban por lo bajo su fastidio. Por las dudas, el peronista Cristian Ritondo, que resignó el primer lugar e irá segundo en la lista, dio ayer la bienvenida a Bergman por medio de un comunicado. Macri afirmó que recién "el sábado al mediodía" se definirá la lista completa.
Desde 2007, Bergman coquetea con una candidatura a un cargo electivo. En las elecciones de ese año, apoyó el acuerdo porteño de Jorge Telerman con Elisa Carrió, aunque la confluencia terminó finalmente fuera del ballottage porteño. Hace unas pocas semanas, presentó en sociedad su partido blanco de los ciudadanos, aunque nunca afirmó que iría por la jefatura de gobierno. "Quería la vicejefatura, tardó bastante en contestar", afirmaron a La Nacion testigos de la negociación.
Al margen de las peleas por los lugares que restan, Macri lucía ayer relajado. Se permitió bromear con los obreros del túnel del Maldonado, y hasta ironizó que "Lousteau [árbitro del último Boca-River] debería ser presidente" del club de la Ribera. También elogió a Vidal, a quien muchos ven como la reedición de la fórmula con Gabriela Michetti. "Lo mejor que tiene Pro son los cuadros femeninos", piropeó.
Cerca suyo le habían alcanzado encuestas en las que aparece unos 15 puntos por encima del candidato kirchnerista y muy lejos del líder de Proyecto Sur, Fernando Solanas. ¿Y la propuesta presidencial de Pro? "No sé, pregúntenles a los cinco jinetes que designé. Mi campaña es hoy gobernar la ciudad", dijo cuando lo consultaron, en relación con el grupo que coordina Humberto Schiavoni.
Cerca suyo lo escucharon tildar de "soberbia" la pretensión de Francisco de Narváez de "liderar" la oposición junto con Ricardo Alfonsín. La relación entre los ex socios parece hoy rota.