El 9 de mayo pasado, Moshe Cohen, director de la escuela ortodoxa Heijal Hatora, fue golpeado en la cabeza con una barra de hierro. El profesional fue hospitalizado con un traumatismo craneal grave. El agresor, que fue detenido a pocas cuadras de la escena, supuestamente gritó "judío, Judío" durante el asalto. El incidente tuvo lugar en la víspera del Día de la Independencia de Israel.
"Este asalto fue un crimen antisemita de odio brutal, violento y chocante", dijo Abraham Foxman, director nacional de la ADL.
"Los crímenes motivados por el odio a los judíos u otras minorías no tienen cabida en ninguna sociedad, y deben ser condenados en los términos más enérgicos. La imposición de cargos de crímenes de odio por las leyes argentinas apropiadas debería contribuir a enviar un mensaje de que los ataques violentos motivados por el odio no sólo son inaceptables en su sociedad, sino que será castigado con la mayor medida posible de la ley", agregó.
Según el comunicado de la entidad “en los últimos años Argentina ha experimentado muestras antisemitas y un clima de intimidación que han contribuido a las amenazas de violencia y ataques contra judíos e instituciones comunitarias y particulares”.
La Liga expresó su solidaridad con los miembros de la comunidad judía argentina a raíz del último asalto. El ataque ha sido condenado por los líderes de los principales partidos políticos en el gobierno y por el Instituto Nacional de la Argentina contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
La Liga Anti-Difamación, fundada en 1913, es la organización líder mundial en la lucha contra el antisemitismo a través de programas y servicios que contrarrestan el odio, los prejuicios y la intolerancia.
350