“En los últimos 15 años, la Junta de Gobernadores de la Agencia Judía, el mayor grupo de líderes comunitarios de todo el mundo, que aborda el orden del día del pueblo judío y decide acerca de las políticas y el presupuesto de la Sojnut, siempre se reunió en Jerusalem, y decidimos empezar a hacerlo también en las comunidades de fuera de Israel”, explicó Josh Schwarcz, secretario general del organismo, en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Se trata de un organismo integrado por unos 200 líderes de las comunidades de Australia, Europa, África y América del Sur y del Norte y de las organizaciones judías más importantes del mundo, que se reúne tres veces al año”, precisó.
El funcionario contó que “llegamos a la conclusión que, debido a que gran actividad de la Sojnut se realiza en las comunidades (diaspóricas), llegó el momento de aglutinar a los líderes del pueblo judío fuera de Israel”.
“Consideramos varios lugares, como México D.F. y San Pablo, y decidimos que la Argentina era el lugar adecuado debido al vínculo particular entre la Sojnut y su comunidad, las raíces de la Sojnut aquí y también por la actividad de la mayor comunidad judía de Latinoamérica”, relató.
Respecto de la gestión de Natán Sharansky al frente de la Agencia Judía para Israel, Schwarcz aseguró que “pusimos a la identidad y la educación judías en la cima de los objetivos de la Sojnut porque pensamos en el futuro del pueblo y sabemos que hoy enfrenta los desafíos de la asimilación y la deslegitimación de Israel”.
“No es fácil ser judío en casi todos los lugares del mundo, y por eso el camino elegido por la Sojnut es reunir a la mayor cantidad de jóvenes judíos para una experiencia israelí en Taglit o Masá.”
“La Sojnut aporta un vínculo y una unión con Israel porque representa una línea fundamental para la construcción de la identidad judía” en el exterior, agregó el secretario general de la entidad.
Por otra parte, Schwarcz consideró “revolucionario que el Estado de Israel reconozca, por primera vez, su responsabilidad sobre el destino de la Diáspora”.
“Si durante más de 60 años, el judaísmo diaspórico y el Keren Hayesod aportaron dinero, ahora que Israel es fuerte, y no un pobre pequeñito como al comienzo, entendió que si quiere comunidades judías fuertes en el futuro, que puedan influir sobre el liderazgo israelí y aportar dinero y olim, debe preocuparse por que haya identidad judía, que pueda apoyar fuertemente a Israel”, analizó.
“En la última década vemos que el gobierno, junto con la Sojnut, decidió invertir en los proyectos educativos Taglit y Masá, un programa genial al cual aportamos 10 millones de dólares y el gobierno de Israel, 20 millones”, prosiguió el funcionario de origen canadiense.
“Con ese dinero traemos a Israel durante un semestre o un año a decenas de miles de jóvenes de entre 18 y 30 años, y pienso que (el aporte oficial) se incrementará constantemente porque el gobierno ve que debe dar todos los pasos para desarrollar el futuro del judaísmo diaspórico”, añadió.
Consultado por AJN acerca de los motivos que llevaron a ese cambio de perspectiva, Schwarcz sostuvo que “fue un proceso que avanza, con un creciente involucramiento del gobierno”, aunque “un punto de inflexión fue la designación de Natán Sharansky como ministro de la Diáspora y el que Charles Bronfman trajera la idea de Birthright/Taglit, a la cual apoyó mucho el entonces primer ministro Ehud Barak”.
“El segundo hecho destacado -continuó- fue que Arik Sharón, cuando era primer ministro y Salai Meridor, (como) presidente de la Sojnut, aprobaron Masá, y el gobierno se comprometió a aportar hasta 50 millones de dólares anuales”, monto del cual todavía está lejos.
Asimismo, “en Israel se tomó conciencia de que el 95 por ciento de los judíos del mundo vive en el mundo libre y puede viajar a donde quiera, a diferencia de la época de la Cortina de Hierro y la Unión Soviética, pero al vivir en sociedades libres deben tomar un montón de decisiones, como asimilarse o no”.
“Israel ya no es un refugio para desplazados, sino un lugar que tiene un diálogo de pares con la Diáspora, con responsabilidad recíproca, y me alegro de ello”, resumió.
Finalmente, el secretario general de la Sojnut dejó un mimo para la comunidad judeoargentina, la cual “tiene que seguir como hasta ahora: siendo cálida, sionista, con buenas escuelas y 9 movimientos juveniles sionistas”.
“Suelo viajar por el mundo y no hay muchas comunidades como ésta”, concluyó.
DB-CGG
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