El enfrentamiento armado entre Israel y Hamas, el peor desde 2009, que ha causado 18 palestinos muertos y 70 heridos desde el jueves en la franja de Gaza, según fuentes médicas, continuó el sábado mientras Hamas decretó el "estado de emergencia" en el territorio.
El gobierno del Hamas, en el poder en la franja de Gaza, decretó el sábado el "estado de emergencia" para los servicios de seguridad, que deberán trabajar 24 horas diarias debido al enfrentamiento con el ejército israelí, según un portavoz.
"El ministerio del Interior decretó el estado de emergencia. Todas las fuerzas de seguridad deben trabajar 24 horas diarias, así como los servicios de defensa civil y los servicios médicos para proteger y salvar a los habitantes tomados como blancos por el ocupante sionista", declaró el portavoz del ministerio del Interior, Ihab al Ghusein.
Hamas propuso a Israel un "alto el fuego", declaró el sábado a la AFP un responsable de las fuerzas de seguridad israelíes.
Un combatiente palestino murió este sábado por la tarde en un nuevo ataque aéreo israelí en la franja de Gaza, indicaron fuentes médicas. El hombre, de los Comités de Resistencia Popular, murió al este de la ciudad de Gaza.
Asimismo un palestino, miembro de las Brigadas Ezzedin Al Qasam, el brazo armado de Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica), murió el sábado de mañana al caer un obús al este de la ciudad de Gaza, según fuentes palestinas.
Con estos dos muertos el balance se eleva a 18 fallecidos desde el jueves.
La confrontación comenzó el jueves con un disparo de misil antitanque en el que resultó gravemente herido un adolescente en Israel. Es la cifra de muertos más importante en la franja de Gaza desde el fin de la ofensiva israelí "Plomo endurecido", en enero de 2009.
Unos 30 proyectiles disparados desde la franja de Gaza cayeron el sábado en el sur de Israel, sin causar víctimas ni daños materiales importantes, anunció la radio militar israelí.
Unos 20 obuses de mortero estallaron en Israel, mientras que unos 10 cohetes de tipo Grad, de un alcance de 50 km, alcanzaron sectores cercanos a las ciudades de Ashdod, Beersheva, Kyriat Gat y Ofakim.
Según la radio pública, el nuevo sistema de defensa antimisiles Iron Dome (Cúpula de Hierro) interceptó cinco cohetes de tipo Grad desde el viernes al anochecer.
Las Brigadas Ezzedin Al Qasam, así como las Brigadas Al Qods, el brazo militar de Yihad Islámica, un grupo radical aliado del Hamas, se atribuyeron los disparos de cohetes del sábado.
El ministro de Educación israelí, Gideon Saar, miembro del gabinete de seguridad, declaró a la radio: "Hemos asestado golpes duros a Hamas y continuaremos haciéndolo."
Otros tres ataques aéreos israelíes, que no causaron víctimas, tomaron como blanco un túnel de contrabando cerca de Rafá, al campo de refugiados de Jabaliya (norte) y a un coche al este de la ciudad de Gaza.
Una portavoz del ejército israelí confirmó a la AFP que la aviación había atacado durante la noche a "objetivos terroristas" entre los cuales figuraban tres dirigentes del Hamas, un vehículo que transportaba armas y un túnel.
El viernes, nueve palestinos –cinco civiles, incluyendo a un niño de diez años, y cuatro combatientes de Hamas– murieron en ataques israelíes, y las organizaciones armadas de Gaza dispararon unos 50 proyectiles hacia el Estado hebreo, sin causar víctimas ni daños materiales importantes.
El gobierno de Hamas, en el poder en Gaza, afirmó que "trata desde el comienzo de encontrar una fórmula para poner fin a esta agresión que apunta a los civiles palestinos", y denunció "la ocupación sionista" que "se obstina en continuar sus masacres contra nuestro pueblo para imponernos sus condiciones".
El jueves al anochecer, Hamas anunció que había obtenido el acuerdo de la mayoría de los principales movimientos palestinos para prolongar una tregua tácita con Israel, a condición de que fuera recíproca.
De esta forma, Hamas quería evitar que se repitiese la operación "Plomo endurecido" (diciembre 2008-enero 2009), en la cual murieron 1.440 palestinos y 13 israelíes.