Los ministros situados más a la derecha del Gobierno de Ariel Sharon han renovado sus llamamientos a expulsar al presidente palestino, Yasir Arafat, tras el atentado terrorista que causó ayer la muerte a diez israelíes en un autobús en Jerusalén.
También el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet) ha dirigido sus críticas hacia el presidente palestino, advirtiendo de que si Arafat sigue al frente de la Autoridad Palestina los atentados terroristas continuarán «hasta 2006, por falta de progreso político que incluya una lucha contra el terrrorismo de los servicios de seguridad palestinos», según la edición electrónica del diario ‘Haaretz’.
El ministro de Agricultura, Israel Katz (del derechista Likud, el partido de Sharon), pidió al primer ministro israelí una reunión inmediata del Gobierno para decidir sobre la expulsión de Arafat. En su opinión, el acuerdo alcanzado entre Israel y la guerrilla de Hezbolá para el intercambio de prisioneros –materializado ayer– «no debe crear la impresión en los palestinos de que Israel se ha debilitado y que se le puede obligar a rendirse al terror».
El ministro de Asuntos Sociales, Zevulun Orlev (Partido Nacional Religioso), pidió al jefe del Gobierno que cumpla su ya antigua amenaza de expulsar al presidente palestino. «Si Arafat no es expulsado ahora tras el ataque en Jerusalén, será una invitación para el próximo ataque», dijo, según el diario.
El Shin Bet acusa a Arafat no de ordenar atentados terroristas, sino de impedir cualquier esfuerzo internacional por promover una unificación y reforma de los servicios de seguridad palestinos, ya sea bajo el mando del primer ministro Ahmed Qorei, su antecesor Mahmud Abbas o el que fuera su ministro delegado de Seguridad, Mohamed Dahlan.
El Servicio de Seguridad también teme que los atentados terroristas contra Israel sean cada vez más escasos pero más mortales, y que los terroristas puedan usar armas químicas, biológicas o radiactivas. Su jefe, Avi Dichter, cree que a medida que progrese la construcción de la verja de separación entre Israel y Cisjordania, los grupos terroristas intentarán que sus ataques sean más espectaculares y dolorosos.