Todo comenzó con una remera. Los jóvenes neoyorquinos suelen estampar en sus remeras declaraciones del momento como «sexy» o «estrella porno», pero ésta fue distina. Llevaba la palabra «jewcy».
Hoy, «jewcy» —mezcla de las palabras en inglés «jew» (judío) y «juicy» (jugoso)— se convirtió en un ícono cultural. Hasta existe un sitio en Internet, «jewcy.com», que promueve actividades judías y figura en el primer lugar en una suerte de reinvención de la identidad judía entre los jóvenes judíos norteamericanos.
Esta nueva generación decidió erradicar los viejos estereotipos del Estados Unidos judío, concentrado en la familia y la sinagoga. Los pancitos bagel, las neurosis estilo Woody Allen y el idish son cosas del pasado. Lo nuevo son las reuniones privadas, la música para bailar, las revistas radicales y la nueva ficción judía.
«Es una suerte de orgullo judío», explica Jon Steingart, cofundador de la etiqueta «jewcy», a título de broma. «lo único que hicimos fue aplicar la cosa judía al estilo joven y la idea funcionó».
Esta nueva tendencia se extiende a todos los aspectos de la cultura judía. La remera «jewcy» que más se vende dice «Shalom (hola) hijo de puta». Hace unos días la revistaTime Out New York, dedicó su nota de tapa al fenómeno con el título Los nuevos superjudíos. Ilustraron con una foto del actor judío Adam Goldberg abriéndose la camisa y mostrando abajo un traje de Superman.
La revista hacía una lista de diez judíos norteamericanos que están reinventando su cultura. Goldberg, una de las estrellas de Rescatando al soldado Ryan y Una mente brillante, encabeza la lista del mundo cinematográfico con su protagónico en la polémica película The hebrew hammer (El martillo hebreo). Allí, Goldberg interpreta a un detective privado judío supermoderno, que maneja un Cadillac pintado con los colores de la bandera israelí. «Ese filme muestra que los judíos pue den hacer películas sobre su identidad que no sean del estilo de El pianista o sobre relaciones neuróticas», observó un comentarista. The hebrew hammer sigue a otras películas de éxito, como Besando a Jessica Stein (sobre una lesbiana judía) y The believer (sobre un nazi judío).
La influencia judía en la música joven se está volviendo enorme también. Va desde raperos judíos populares como los Hip Hop Hoodios a los judíos que se destacan en las etiquetas de sellos rap, como el manager de Eminem, Paul Ronsenberg.
Pero la vanguardia del Estados Unidos judío joven pasa por una revista que marca tendencias, Heeb, un insulto en yiddish para «judío». Creada por la escritora Jennifer Bleyer, la revista Heeb se vende en todo Estados Unidos. Es una irreverente mezcla de aspectos propios de la cultura judía. Su último número traía una necrológica de la cineasta alemana Leni Riefenstahl que terminaba con la frase: «Usted es la amante de los nazis muerta más estimada por la revista Heeb».
La revista encarna una brecha generacional. Generaciones anteriores buscaron el éxito integrándose a la cultura norteamericana mayoritaria mientras que los jóvenes judíos de hoy celebran su identidad.
Esta nueva tendencia también causó indignación. En un desfile judío reciente, Steingart y otros representantes de la nueva moda «jewcy» fueron censurados por un grupo de judíos ortodoxos. «Les parece que no podemos ser judíos porque ningún judío usaría remeras como las nuestras» explicó Steingart.
Esta ola de orgullo judío tiene lugar en momentos en que se teme un aumento del antisemitismo. En el último mes, en Brooklyn, aparecieron pintadas de esvásticas y hubo actos de vandalismo contra centros judíos.
Pero es improbable que los ataques afecten a la nueva identidad judía. Hoy, en Estados Unidos, ser judío está de moda.
TRADUCCION: Silvia S. Simonetti
Fte Clarin