Cuando Omri Casspi se convirtió en el primer israelí en jugar en la NBA, nunca imaginó que su hebreo sería muy útil. Pero el idioma lo unió con Shaquille O’Neal, cuando este le dijo a Casspi, "Shalom, ma shlomja (¿cómo estás?)" e incluso, llegó a decirle delante de las cámaras de televisión, "Baruj Hashem, Shana Tova" (feliz año nuevo judío).
La superestrella del basquetball se unió a una larga lista de jugadores de la NBA que han descubierto la Kabalá, el judaísmo e Israel.
Kobe Bryant jugador de los Lakers en Los Angeles, también se reencontró con su lado espiritual y dijo, recientemente, que “quería visitar Israel".
LeBron James, considerado el mejor jugador de la NBA junto a Bryant, buscaron el asesoramiento financiero del rabino Yishayahu Yosef Pinto.
También esta el jugador Amare Stoudemire, quien firmó un acuerdo de 100 millones con el equipo de los Knicks, y recientemente descubrió que su madre era judía.
Eso motivo a que visitara Tierra Santa en busca de su "raíces judías".
Durante su estancia, Stoudemire, quien luce un tatuaje en su brazo de la estrella de David, expresó que planea respetar Shabat y Yom Kippur.
El entrenador personal de Stoudemire, Idan Rabin, dijo Stoudemire fue conmovido en particular por su visita al Museo del Holocausto Yad Vashem.
El rabino Yaakov Gloiberman, el Rebe de Lubavitch Rabbi Menachem Mendel Schneerson habló sobre la relación entre el deporte y el judaísmo. "En la vida, como en el baloncesto y el fútbol, la pelota esta a veces aquí y algunas veces allá. Cada persona debe descubrir su potencial y encontrar la fuerza para vencer y triunfar", dice el rabino Gloiberman.