Lieberman también rechazó el concepto que ha servido de base para años de negociación entre las dos partes: el intercambio de tierras ocupadas por la paz.
El principio que debería guiar las conversaciones "no debería ser tierra por paz, sino un intercambio de tierra y gente", dijo Lieberman a la prensa antes de la reunión semanal del gabinete nacional.
El partido de Lieberman, Yisrael Beitenu (Israel es nuestro hogar), registró un gran aumento en su caudal de votos en las elecciones del año pasado, luego de una campaña en la que dudó de la lealtad de los ciudadanos árabes de Israel.
La solución que propone el canciller es mover la frontera para que los árabes queden dentro de la jurisdicción palestina, al tiempo que se incorporarían al país asentamientos judíos de Cisjordania. Según el plan, nadie debería dejar su hogar.
Lieberman, que vive en un asentamiento en Cisjordania, defendió su propuesta en una entrevista radial en la que dijo que los líderes árabes israelíes no reconocen el derecho de Israel a existir.
Los ciudadanos árabes suelen identificarse con sus hermanos palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza.