El jefe de la agencia de contraespionaje francesa, Bernard Squarcini, informó ayer, sábado, que fue detenido en Egipto y extraditado a París un terrorista que planeaba cometer un atentado en un evento a beneficio de la Fuerza de Defensa de Israel en esta ciudad.
El funcionario no dio mayores detalles al respecto, pero advirtió que existe un alto riesgo de ataques fundamentalistas en su país, debido a su historia como potencia colonial en África del Norte, su presencia militar en Afganistán y la propuesta de prohibir los velos que cubren todo el rostro de las mujeres musulmanas en público.
"Objetivamente, hay razones para preocuparse” porque “la amenaza nunca ha sido tan alta" como ahora, aseguró Squarcini en una entrevista periodística citada por el diario israelí The Jerusalem Post, y la equiparó con la existente en 1995, antes de los mortales atentados en el Metro de París, por parte de extremistas argelinos.
"Neutralizamos un promedio de dos ataques al año, pero algún día recibiremos un golpe", afirmó Squarcini.