El vicepresidente de la AMIA, José Scaliter, confirmó hoy que existen “reservas” entre la dirigencia comunitaria sobre la reglamentación que regirá las sepulturas en el nuevo sector del cementerio judío de La Tablada, en el distrito bonaerense de La Matanza, y que en principio estará destinado al entierro de judíos conversos.
“Si bien esta obra se votó en la mesa directiva, desde AMIA es de Todos tenemos algunas reservas sobre cómo se va a reglamentar esta ampliación del cementerio”, afirmó Scaliter en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
No obstante, el dirigente aclaró que la reglamentación que definirá el destino del nuevo sector del cementerio de La Tablada se va a “consensuar” en los próximos meses.
“Se irá conversando durante este tiempo como un tema más. Lo iremos tratando y consensuando para cuando llegue el momento de la inauguración”, explicó el vicepresidente de la mutual judía.
Scaliter indicó que es probable que la obra pueda ser inaugurada durante el actual mandato de Guillermo Borger, que finalizará en mayo del año próximo.
Las autoridades de la AMIA anunciaron ayer que las obras de ampliación del cementerio de La Tablada comenzarán dentro de 20 días con la remoción de tierra.
“La construcción de esta nueva parte del cementerio de La Tablada resuelve algunos temas que son complicados y que son novedosos porque fundamentalmente va a dar sepultura a los conversos de cualquier corriente que hoy no tienen lugar”, resaltó Scaliter.
El dirigente comunitario aclaró que es un proyecto que nació en la anterior administración de Luis Grynwald, “que no lo pudieron hacer y que esta conducción ha decidido hacerlo”.
“Varias administraciones atrás venían discutiendo el proyecto, y en esta gestión se dieron una serie de pasos como la consulta con los rabinos de Israel y el Rabinato de la Argentina”, puntualizó el vicepresidente de la institución judía.
La obra marcará un cambio en la historia de la comunidad judía argentina, ya que después de cien años, se implementará una solución al entierro de las personas convertidas al judaísmo por rabinos conservadores y reformistas, al igual que sus familiares en un sector del cementerio de La Tablada, algo que hasta el momento no está permitido.
El líder del proyecto es el prestigioso ingeniero Moshe Altman mientras que desde la AMIA es coordinado por el protesorero Natalio Fichelson.
En otro orden, Scaliter también se refirió a la decisión de la dirigencia comunitaria de entregar el Premio AMIA 2010 al presidente de Israel, Shimon Peres.
“Nosotros fuimos, y yo en formar personal, quienes empujamos para que se dé este premio a Shimon Peres, decisión que no admite ninguna discusión”, resaltó el dirigente.
Finalmente, Scaliter afirmó que “es un orgullo para la AMIA poder entregar este premio a un estadista como Shimon Peres”.
DB
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