Por su parte, el primer ministro Netanyahu expresó su profundo dolor por la tragedia polaca. En un comunicado del asesor de prensa del premier Israelí, “Netanayhu el gobierno de Israel y el pueblo israelí expresan su profundo dolor por la tragedia en la que murieron el presidente polaco, su esposa, importantes miembros del gobierno, del ejército y demás miembros de la delegación”.
Netanyahu expresó que “compartimos el profundo dolor del pueblo polaco por la pérdida del presidente, de su esposa y de la delegación. Conocí al presidente Kaczynski como un polaco patriota, un gran amigo de Israel y un líder activo a favor de su pueblo y del avance de la paz y la prosperidad en el mundo. Nos reunimos recientemente en Varsovia en el marco de los eventos del 65 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz. Durante este período doloroso nos aunamos al pueblo polaco y a todas las naciones que buscan la paz y la libertad”.
El presidente Shimon Peres destacó que “el presidente polaco y su mujer trabajaron por acercar al pueblo polaco y al judío, intentando cerrar heridas del pasado y generando un mejor futuro. Durante su presidencia, se reforzaron las relaciones bilaterales entre los países, marcadas por la amistad y la calidez”.
Por su parte, el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, Gabi Ashkenazi, expresó sus más profundas condolecías al ejército polaco tras la noticia, por la muerte del jefe de las Fuerzas Armadas de Polonia, General Francieszek Gagor. “En nombre de las Fuerzas de Defensa de Israel, en nombre de los oficiales y en mi nombre, comparto el dolor de la nación polaca y el dolor del ejército polaco y sus comandantes”.
A nivel internacional, se conoció que Vladimir Putin encabeza la investigación del accidente aéreo en el que murió el presidente de Polonia.
El choque de una aeronave rusa generó el enojo de los niveles más altos de la elite eclesiástica, militar y política, tras la muerte del presidente polaco y de decenas de dignatarios que viajaban a una ceremonia en conmemoración del asesinato que ha dividido a las dos naciones por siete décadas.
Los polacos lloraron frente a la televisión, bajaron sus banderas a media asta y colocaron cintas negras en sus ventanas tras conocer que el presidente Lech Kaczynski y los importantes miembros del establecimiento yacían sin vida en los escombros que quedaron en un corto recorrido desde el lugar de la masacre Katyn, donde más de 22 mil funcionarios fueron asesinados por la policía secreta soviética en uno de los mayores traumas nacionales de Polonia.
Miles de personas colocaron velas y flores en el palacio presidencial en el centro de Varsovia. Muchos denominaron a este desastre como el peor desde la Segunda Guerra Mundial.
El ministerio de Emergencia de Rusia comunicó que 97 personas murieron y que 88 pertenecen a la delegación polaca. Polonia declaró una semana de duelo y Medvedev declaró el lunes como día de duelo en Rusia.
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GL