293
Lic. Eduardo Alberto Chernizki
La reunión, matizada por un sabroso lunch, fue organizada – según explicó el dueño de casa – con la finalidad de que el Embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit; el catedrático Carlos Escudé; y el director del Centro Simón Wisenthal, Sergio Widder, se refirieran al atentado que destruyó el edificio de la Embajada de Israel en Buenos Aires – al cumplirse 18 años del mismo – en base a lo acontecido al respecto.
Las exposiciones
Si bien cada uno de los oradores se refirió al tema desde su propia óptica, Escudé y Widder coincidieron en que a partir de Néstor Kirchner existe un interés mayor en investigar este atentado como el que el 18 de julio de 1994, destruyó el edificio de la AMIA y que el Gobierno asumió una clara posición al solicitar en la Asamblea General de las Naciones Unidas la detención de los iraníes requeridos por la justicia argentina.
El embajador Gazit destacó que el mundo cambió desde 1992 hasta el presente, y por lo tanto el escenario internacional “ya Estados Unidos no es la única gran potencia en el mundo, ni este esta dividido en dos como después de la Segunda Guerra Mundial y ahora se habla de `focos`: Estados Unidos, Rusia, China, Brasil, Europa que se une. Hay varios focos internacionales, desde el punto de vista de las relaciones de poder. Lo que más preocupa es el punto de vista ideológico. Desde el ’91 hasta hoy desaparecieron las ideologías conocidas: socialismo, comunismo, neoliberalismo, capitalismo, etc.; pero la gente busca ideales, y el idealismo de hoy no tiene muchas expresiones y una de ellas es volver a la religión. Eso se ve en el judaísmo, en Israel y en la diáspora Jabad es un ejemplo. En el mundo islámico había ideologías seculares, como el Bath y movimientos socialistas independientes y ahora nadie habla de ellos y todo vuelve al Islam, más radicalizado o menos radicalizado. Este radicalismo en el mundo lo hizo mucho más violento, no hablo solamente de violencia criminal sino de violencia entre estados, y entre estados y movimientos, pues ahora vemos a organizaciones mundiales luchando contra poderes como Estados Unidos. Todo este panorama tiene muchos peligros, recuerden que la Primera Guerra Mundial comenzó luego de 30 años de terror anarquista. El poder destructivo del terror, de la violencia, del clima de violencia en el mundo tiene influencia y la ejerce. Decimos que Irán es una potencia desestabilizadora en la región y en el mundo, y es así, pero es una expresión del radicalismo islámico fundamentalista, que tiene muchas almas que están listas para sacrificarse suicidándose y matando, y estamos volviendo a la situación de hace muchos años en la que se puede decir cualquier cosa sobre los judíos y ahora sobre Israel y se lo acepta como verdad pese a ser calumnias y propaganda infame, y en cierta medida estamos volviendo al clima de entre las dos guerras mundiales, lo que es un aspecto preocupante global y lo que pasó en Argentina, los dos atentados, hay que analizarlos en el contexto global. Por lo tanto la guerra contra el terror de países como Israel, Estados Unidos, de Europa es una guerra contra los elementos radicales que quieren destruir este mundo como lo conocemos y hablan de dominar al mundo sin importarles suicidarse y a cuantos matan apoyados por una ideología de odio. Lo bueno es que Estados Unidos, que sigue siendo líder mundial, tomó conciencia de esta guerra pues atentados terroristas se producen en todo el mundo.
Como era previsible, la injerencia iraní en la región y las declaraciones de Luis D’Elía, fueron también motivo de las exposiciones de Widder y Escudé, mientras que el embajador Gazit sobre este último no se refirió pues por razones de su cargo tiene vedado opinar sobre temas internos del país en donde se desempeña.
Concluidas las exposiciones se abrió un espacio para preguntas por parte de los asistentes, que fueron respondidas por los disertantes.
Las presencias
Por más que el tema considerado, mejor dicho la manera en que Escudé, Widder y el embajador Gazit lo enfocaron, fue muy interesante, como miembro de la prensa comunitaria, además de agradecer el haber sido invitado, un detalle que me llamó la atención y que me lleva a preguntarme si con esta actividad de Plural JAI se reinició la interna política comunitaria, que por el período estival había quedado relegada.
Me refiero específicamente a la cantidad de dirigentes que estuvieron presentes, entre ellos el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, a quien – al inició – Luis Grynwald agradeció haber provisto los equipos de sonido, que si bien ya había concurrido a anteriores actividades de Plural JAI en esta oportunidad lo hizo acompañado por el tesorero y el prosecretario primero de la AMIA, Beny Zugman y Tomy Saieg.
También asistieron, entre otros, Ariel Cohen Sabban y Jorge Leicach, tesorero y protesorero segundo de la DAIA; Jorge Kirszembaun, Víctor Chama; el secretario general de la OSA, Manuel Kobryniec; el presidente y vicepresidente de FACCMA, Waldo Wolff y Daniel Berlinky; varios presidentes de las instituciones sociodeportivas; el director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelman; Jorge Telerman; el rabino Daniel Goldman.
Tradicionalmente, cada año, era el Tercer Seder, organizado por Avodá, la actividad que daba comienzo a la interna política comunitaria, en la cual además de los miembros del movimiento se invitaba a las principales figuras políticas de la comunidad, y su concurrencia o no, podía interpretarse de que manera se desarrollaría el año político interno de la comunidad. Esto tenía una relevancia mucho mayor si se estaba en los días previos, o posteriores, a una elección de la AMIA.
Este año Plural JAI, con el justificado motivo de analizar lo ocurrido desde el atentado a la Embajada hasta el presente, ocupó ese lugar a la vez que logró que un importante caudal de dirigentes que por su militancia sabemos que no lo integran se hicieran presentes.
Pero también notamos ausencias – quizás motivadas por no haber sido invitados o que actividades particulares les impidieran asistir – en especial de los presidentes de los factores ideológicos tradicionales de nuestra comunidad, excepto alguna excepción.
A poco más de un año de las próximas elecciones de la AMIA, es aventurado intentar evaluar la asistencia a esta primera actividad de Plural JAI con la posibilidad de alianzas y/o agrupamientos al momento de oficializarse las listas de candidatos, pero tampoco hay que dejarla de lado, pues es un antecedente – me imagino – que tendrá su peso dentro de 12 meses.