“Mi esposa está viajando hacia la casa de un familiar en el centro de Israel con mis dos hijas”, comentó el Rabino argentino Gustavo Surazki, desde su hogar en Ashkelon, que, además de Sderot es la ciudad que hace más de 3 años viene sufriendo los constantes ataques de los misiles de Hamas contra la población civil hebrea.
Al respecto, informó a AJN que una importante cantidad de familias se están “auto evacuando” por temor a la represalia del movimiento terrorista palestino tras la incursión militar israelí en Gaza de este último sábado.
Surazki, agregó que en los últimos días, la situación de los ciudadanos comunes empeoró y “la rutina se vio profundamente alterada, ya que hay muchas actividades suspendidas y los negocios están casi todos cerrados”. Además comentó que “hay muchas sirenas y disparos que están haciendo mucho daño, ya que los ataques de Hamas son poco precisos y potencialmente muy peligrosos”.
Asimismo, el rabino destacó la acción de la Guardia Civil israelí que “está muy preparada y se la ve en las calles para proteger a la población”.
“Para nosotros que vivimos en el sur de Israel es casi una rutina esperar la caída de misiles palestinos, ya que hace más de tres años y en otros poblados hace más de ocho que los ataque son cotidianos”, relató el rabino.
Ante la actitud del Estado de Israel tomada en las actuales circunstancias, señaló que “la Franja de Gaza no es Auschwitz”, en referencia a ciertas interpretaciones que se dan en los medios de comunicación y que comparan la acción militar hebrea con una especie de “genocidio contra el pueblo de Gaza”.
Tras aclarar que “la gente pasa mucho tiempo escondida en los refugios antimisiles”, expresó Surazki que “la utilización del término Shoá en el marco del conflicto entre Israel y los palestinos es banal”.
“En Medio Oriente los ataques no son patrimonio de un sólo lado y las víctimas se desangran a ambos lados de la frontera, si no mueren más civiles en Israel, no es porque los misiles de Hamás sean de cartulina sino por la proliferación de refugios antimisiles en cada casa y en cada calle”, sostuvo Surazky.
Por último el rabino responsabilizó directamente por la situación a “la inmensa mayoría de la población palestina en Gaza, que todavía no comprende que Hamas es la enfermedad, no el remedio” y aseguró que los habitantes palestinos de la zona de conflicto “no quieren asumir su propia responsabilidad por el fatídico cuadro de situación en el que se hallan inmersos”.
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