"El pueblo libanés ha desanimado para siempre al enemigo con su resistencia y ha acabado de esta forma con el mito del carácter invencible de los enemigos", afirmó el presidente iraní al inaugurar una reunión con su colega libanés, Michel Suleiman.
Suleiman llegó hoy a Teherán para una visita oficial de dos días en la que conversará con las autoridades iraníes sobre temas de la agenda regional y bilateral.
En declaraciones reproducidas por la agencias iraníes Mehr e Irna, Ahmadineyad dijo que el Líbano de hoy "es un símbolo de la valentía y la resistencia en la región".
Al mismo tiempo, destacó que la invasión por Israel del sur libanés, en julio-agosto de 2006, y la guerra lanzada contra la milicia chií Hizbulá, a la que apoya Irán, trataba de destruir el Líbano, pero -subrayó- "sirvió para restablecer la identidad y la unidad libanesa".
Alabó los esfuerzos del Líbano en favor de la estabilidad política, que permitieron, entre otras cosas, la elección de Suleiman como presidente de consenso entre las fuerzas políticas libanesas.
La llegada de Suleiman a la Presidencia, el 26 de mayo pasado, cerró una grave crisis política que se prolongó durante año y medio y que puso al Líbano al borde de una nueva guerra civil.
Estos pasos hacia la estabilidad política, agregó el presidente iraní, han permitido al Líbano encontrar vías para garantizar la seguridad y la calma "después de un largo período de tensiones".
Por su parte, Suleiman calificó de "buenas" las relaciones entre Beirut y Teherán y dijo que había llegado a la capital iraní con el fin de "fortalecerlas y ampliarlas".