La comunidad judía de El Salvador está de fiesta. Y es que a partir del sábado pasado los 130 judíos de ese país tienen su propia Torá, comprada con fondos que aportaron casi todos los miembros de la colectividad local.
“Tener una nueva Torá habla de que nuestra comunidad está viva, aunque es chiquita tiene toda la energía y está creciendo”, expresó el rabino Pablo Berman, referente de la Comunidad Israelita, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Berman, nacido en Argentina, sostuvo que la meta “parecía compleja para una comunidad tan chica” pero se hizo posible porque “cada uno aportó lo que podía desde su corazón”.
La llegada de judíos al país de Centroamérica se dio entre los años 1868 y 1886. Sin embargo, los primeros servicios religiosos para las fiestas de Rosh Hashana y Iom Kipur se dieron en 1909 con la llegada de Alfredo Widawer.
Con la finalización del Shabat, el sábado pasado, la comunidad se congregó para bailar y festejar con el nuevo libro sagrado. Berman apuntó que ese momento fue una gran “fiesta” que se vivió con “inmensa alegría”.
En esa oportunidad, el presidente de la Comunidad Israelita de El Salvador, Eduardo Freund, señaló: “setenta años después del primer Bar Mitzvá en nuestra comunidad reafirmamos nuestro compromiso con el judaísmo, nuestro compromiso con el legado que hemos heredado de nuestros antepasados de mantener esta comunidad vibrante”.
Y deseó “que esta Torá sirva como inspiración para todos nosotros y para las generaciones venideras”.
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