El secretario general de la AMIA, Edgardo Gorenberg, se lamentó de que el pasado jueves 20 de diciembre la Asamblea de Representantes de Socios de la institución no haya podido sesionar por falta de quórum.
«Ante apreciaciones que se han reflejado en algún órgano periodístico, como secretario general de la AMIA lamento que la falta de quórum haya impedido el tratamiento de un orden del día muy rico, en particular un informe de la Secretaría donde se pasa revista a la multifacética actividad de los departamentos de la institución», declaró a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
El dirigente recordó que «el Estatuto, promulgado en 1956, le confiere a la Asamblea de Representantes de Socios un rol de características parlamentarias, que no sólo elije a las autoridades sino que las controla y supervisa, y tiene la capacidad para analizar los puntos del orden del día que le son propuestos.
«Mucho más allá todavía -agregó-. Sabemos que terminado el análisis del orden del día, todos los miembros de la Asamblea están habilitados para tratar sus preocupaciones e iniciativas».
Para Gorenberg, «desaprovechar esta convocatoria, por el motivo que fuera, no la robustece ni brinda solución a los problemas, ni fortalece lo institucional, ni mucho menos las formas y maneras democráticas que nuestros mayores imaginaron para regir nuestra comunidad».
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