El último libro de Harry Potter se lanzará mañana en todo el mundo, excepto en Israel, puesto que esa fecha coincide con el sabbat o día de descanso riguroso en el que los judíos ni siquiera pueden tocar el dinero. El ministro de Industria, Comercio y Trabajo, Eli Yishai, ha advertido a las librerías del país que serán sancionadas si abren sus puertas mañana, obligando a sus empleados a trabajar en la jornada sagrada de descanso en contra de las leyes que rigen en Israel. La amenaza ha causado profunda consternación entre los miles de seguidores de las aventuras del niño mago. Yishai, del partido ultraortodoxo Shas, ha sugerido dos cosas: o bien que se adelante el lanzamiento del libro a hoy por la mañana, antes de que se inicie el sabbat, o bien que el lanzamiento se retrase hasta el domingo siguiente. Sin embargo, el contrato que vincula a la editorial israelí de la novela estipula que en ningún caso el libro podrá ponerse a la venta antes de mañana, por lo que la primera opción ya ha sido descartada.
ABC
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