Los manifestantes, convocados por organizaciones feministas y en contra de los abusos sexuales a mujeres, protestaron por el acuerdo prejudicial alcanzado entre los abogados de Katzav y la Fiscalía General y refrendado por el asesor jurídico del Estado, Menajem Mazuz.
Entre las pancartas que portan algunos de los participantes en la manifestación figuran leyendas como ‘No estáis solas’, ‘Katzav a la cárcel’, o ‘criminal sexual representa al Estado’.
La decisión que evitará que Katzav vaya a juicio consistió en un acuerdo por el que finalmente no será acusado de los delitos de violación y que, según justificó Mazuz, evita que la institución presidencial se viera perjudicada.
En la manifestación participó la ministra de Educación, Yuli Tamir, del Partido Laborista, así como las diputadas Zehava Gal-On del bloque pacifista Meretz, o la también laborista Shelly Yajimovich, entre otras personalidades políticas.
Tamir manifestó en la protesta que ‘ahora no existe ley o justicia. Estas personas (los manifestantes) vinieron aquí apenados y con el deseo de ver un juicio justo en el Estado de Israel’.
Katzav presentó ayer su carta de dimisión a la presidenta del Parlamento, Dalia Itzik.
Esto ocurría un día después de que se conociera el acuerdo por el que el presidente reconocía su culpabilidad por acoso sexual, actos indecentes e intimidación a testigos durante su desempeño como ministro de Turismo y posteriormente presidente, con mujeres de su entorno laboral.
La renuncia entrará en vigor el domingo por la mañana, momento en el que Itzik asumirá la Presidencia de forma interina hasta la entrada en funciones del presidente electo, Simon Peres, prevista para el próximo 15 de julio.
Una de las mujeres que demandaron a Katzav, una joven identificada como ‘A’, insistió esta semana en que el jefe del Estado la forzó a mantener relaciones sexuales unas 3 o 4 veces y que la amenazó con arruinar su vida si no hacía lo que él decía.
En una rueda de prensa, la denunciante explicó que Katzav se abalanzó sobre ella en la oficina y que fue forzada a mantener relaciones sexuales porque no tuvo ‘fuerzas para impedirlo’.
‘A’, que ha mantenido su identidad oculta durante todo el proceso legal, dijo que Katzav solía telefonearle a su casa por las mañanas y pedirle que acudiera al trabajo con minifalda y sin ropa interior.
La demandante indicó que el presidente también le comentó en una ocasión que soñaba con ella cuando hacía el amor con su mujer Gila.
‘A’ calificó al político de ‘pervertido y acosador sexual en serie’ y afirmó que había ‘aterrorizado su cuerpo y su alma’.
También se lamentó de que los ‘acosadores sexuales estén autorizados y legitimados a hacer cualquier cosa que se les ocurra, sin ser castigados por la ley’.
El acuerdo alcanzado antes del juicio ha desatado duras críticas por parte de la prensa y la opinión pública.
En una entrevista con el Canal 2 de la televisión israelí, Mazuz dijo que Katzav se había comportado como un criminal sexual en serie durante muchos años, pero que la mayoría de las denuncias contra él fueron sobre sucesos que tuvieron lugar hace muchos años y que, por esta razón, la mayor parte de estas demandas eran inadmisibles o prescribieron.