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«No es posible llegar a un acuerdo de paz creíble si no se incluye a Hamas»

ENTREVISTA A SHLOMO BEN AMI
«No es posible llegar a un acuerdo de paz creíble si no se incluye a Hamas»

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Por Telma Luzzani.
Tienen ahora los palestinos dos gobiernos? ¿Con cuál hay que negociar? ¿Es posible la paz? Los choques en Gaza entre Hamas y cuerpos policiales supuestamente bajo el mando de Al Fatah han movido todas las fichas del rompecabezas palestino-israelí. Y tanto se han movido que el movimiento islámico Hamas encuentra reconocimiento en un laborista israelí como Shlomo Ben Ami, negociador en las conversaciones en 2000, en Camp David. En cambio, el principal negociador palestino Saeb Erekat (de Al Fatah) rechaza ese reconocimiento.

Ben Ami junto a Saeb Erekat expusieron esta semana en Jerusalén sus puntos de vista invitados por el Palestine-Israael Journal. Como dirigente de Al Fatah, Erekat fue tajante. «Acá no hay dos gobiernos, dos sistemas ni dos entidades. Es cierto que no controlamos Gaza. Pero hay un presidente que es Abbas y con él se debe negociar. Israelíes y palestinos somos vecinos. Déjennos el asunto a nosotros. Lo vamos a resolver. No sé cuando, tal vez nos lleve siglos pero lo vamos a resolver».

«Estoy decepcionado con la forma de actuar de la comunidad internacional y su boicot contra Hamas. Ha ganado las elecciones y hay que entender que no es posible llegar a ningún acuerdo de paz creíble si no se los incluye en las negociaciones», dijo categórico a Clarín Ben Ami, ex diplomático e historiador que habla perfecto castellano y vive gran parte del año en Toledo, España.

«Israel tiene que aceptar que un proceso de paz tiene que estar basado en una estricta desmilitarización. Por eso es la comunidad internacional la que tiene que tomar las riendas. Ninguna de las dos partes va a tomar nunca esas decisiones», aseguró.

-Pero las negociaciones de paz viven un eterno estancamiento.

-No es por un problema técnico sino por la naturaleza misma del sistema político, que no hace posible ninguna solución.

-¿Cómo es eso?

-Israel no es un sistema presidencialista; es una coalición donde cada ministro tiene su partidito, su visión. Acá no es ministro el más capaz para el cargo sino el que tiene más poder de amenazar al primer ministro. Es un sistema caníbal. La política en Israel más que un vehículo para resolver conflictos es un obstáculo. Y hay otra cuestión. Un acuerdo entre Israel y Siria no es tan complicado porque finalmente es sólo una cuestión territorial que se centra en las Alturas del Golan. En cambio con los palestinos hay múltiples temas: los lugares santos, Jerusalén, los refugiados… Por eso, insisto, la comunidad internacional tiene que ser más activa, no esperar que las partes negocien.

-¿Pero quién es la «comunidad internacional»?

-El Cuarteto: EE.UU., la Unión Europea, la ONU y Rusia. Deben elaborar un proyecto detallado que pueda ser asumido por las partes porque las posiciones no están muy lejos una de la otra.

-Dijo que no se puede negociar sin incluir a Hamas ¿Quién lo representa en el Cuarteto?

– Rusia. Ellos invitaron a Hamas a Moscú ni bien ganó las elecciones. La única manera de que el mundo árabe neutralice grupos como Al Qaeda es estimulando a jugar el juego democrático a aquellos islamistas fundamentalistas que quieren entrar en política. Cuando los Hermanos Musulmanes en Egipto y Hamas acá quieren participar en elecciones están enviando un mensaje claro: «estamos pensando que la guerra santa no es el camino».

-¿Y en cambio lo acorralaron con el boicot?

-Exacto. Cuando triunfó Hamas, el premier israelí, Ehud Olmert, perdió una oportunidad de oro. El tendría que haber discutido su política de convergencia hacia los palestinos con Hamas. Israel está más cerca de Hamas que de una posición como la de la OLP del presidente Mahmud Abas.

-¿Por qué?

-Porque ninguno de los dos quiere un acuerdo final. La OLP sí está cerca de un acuerdo. Pero Hamas ideológicamente no puede llegar hasta ahí e Israel políticamente no quiere el acuerdo definitivo porque no es capaz de hacer las concesiones que se requieren. ¿Por qué Ariel Sharon no negoció con los palestinos la retirada de Gaza en 2005 y la hizo unilateralmente? Porque él sabía que en el momento en que entra en las negociaciones hay que hablar de los límites de antes de la Guerra de los Seis Días y de la división de Jerusalén, y no quería. En Argentina saben bien qué es un «corralito». Algo que te tiene atrapado. Pues bien, Sharon, que era un agricultor, hablaba de las negociaciones como de un «corral», un lugar donde entrás y te cortan la cabeza.
Clarin

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