El asesor jurídico del Gobierno y fiscal general, Menahem Mazuz, dijo en una rueda de prensa en Jerusalén que Katsav deberá dimitir de sus funciones en el plazo de 48 horas, tras haber firmado un acuerdo que le exime de ir a la cárcel por los delitos de los que era sospechoso.
‘A veces la audiencia preliminar cambia toda la imagen de un caso’, respondió Mazuz a las críticas de la opinión pública contra un acuerdo en el que las sospechas originales de violación ni siquiera son mencionadas.
Se trata de la supuesta violación de dos funcionarias que trabajaron para él cuando era ministro de Turismo a finales de los novena y siendo presidente, a partir de 2000. Esos cargos han sido anulados en el acuerdo, así como los de fraude, violación de la confianza y soborno.
‘Se trata de un expediente complicado con grandes dificultades para probar los hechos y que ponen en duda la posibilidad de conseguir un veredicto de culpabilidad en los tribunales’, se justificó Mazuz.
Según el acuerdo, Katsav responderá ante la justicia -en realidad los jueces sólo tienen que refrendar el acuerdo- por delitos de acoso sexual, hostigamiento de testigo y acoso indecente.
A pesar de que la legislación contempla la posibilidad de ir a prisión por el delito de acoso sexual, la Fiscalía ha aceptado la demanda de los abogados defensores de que la ejecución de la condena quede suspendida.
Katsav deberá también pagar a sus víctimas una indemnización, cuyo monto no se ha revelado hoy. El acuerdo ha indignado a la opinión pública, que lo ha calificado de ‘escandaloso’, según el titular que abre la edición de hoy del diario Maariv.
Otros medios destacan que ‘ha habido mucho ruido para tan pocas nueces’ y los propios abogados del aún presidente reconocieron que será juzgado por ‘dos abrazos y un intento de beso’.
Mazuz ha rechazado los argumentos y considera que declararse culpable de un delito de acoso sexual ‘no es poco’ y que ‘Katsav cargará toda su vida con la deshonra personal y pública’ que conlleva un veredicto judicial de esta índole. Agregó que el acuerdo también ‘alentará a las víctimas de delitos sexuales a dar un paso adelante’.
Otro argumento que el asesor judicial tuvo en cuenta es el de proteger la institucionalidad. ‘El acuerdo minimiza el daño a la institución de la Presidencia. Era importante ahorrarle a Israel la imagen de un presidente en el banquillo de los acusados’, sostuvo.
Una de las víctimas se desmayó al oír en la prensa las primeras informaciones sobre el acuerdo que se llevará a cabo.
‘A’, la víctima que presentó la primera denuncia, se desmayó al oír en la prensa las primeras informaciones sobre el acuerdo en ciernes y esta mañana recurrió al Tribunal Supremo para que bloqueara el anuncio del fiscal.
El tribunal rechazó el recurso y fijó una audiencia para más adelante, aunque se cree que lo rechazará por no tener competencias para intervenir.
Más allá de las implicaciones judiciales, el caso de Katsav a nivel político estaba ya cerrado desde enero pasado, cuando pidió al Parlamento que le eximiera de sus funciones para poder dedicarse a la defensa judicial.
En esa decisión también influyeron factores como la contundencia con la que Mazuz aseguró que tenía pruebas sólidas contra él, lo que desató una ola de presiones por parte de la opinión pública y círculos políticos para que el presidente renunciara de forma inmediata.
Oficialmente, el mandato de Katsav terminaba de cualquier forma el 15 de julio, con la entrada en funciones como jefe del Estado del veterano político Simón Peres, elegido por el Parlamento el pasado día 13.