Zahar también descartó la posibilidad de establecer un diálogo con sus rivales del aniquilado grupo Fatá, al destacar que los principales dirigentes de esa organización «no son bienvenidos» en Gaza y podrían enfrentar juicio si regresan a ese lugar. Además amenazó con atacar objetivos del Fatá en Cisjordania.
Zahar, un dirigente del ala más intransigente de Hamas que mantiene relaciones estrechas con el ala militar del grupo, se está convirtiendo en uno de los hombres más poderosos de Gaza. Sus declaraciones, en una entrevista con The Associated Press, indicaron que el Hamas no tiene intenciones de entregar el poder, a pesar de su creciente aislamiento internacional.
«Gaza está hasta cierto punto en libertad. Esto ocurrirá, vamos a tener que ayudar a nuestra gente aquí y en Cisjordania», agregó, en una entrevista en inglés.
Zahar, de 62 años, ocupó la cartera de ministro de Asuntos Exteriores de los palestinos cuando el Hamas fue elegido al poder a principios del 2006, rechazó los llamados internacionales al grupo de que reconociera al estado de Israel y que renunciara a la violencia. Zahar fue un crítico abierto del gobierno de unidad formado por el Hamas y el Fatá, que se derrumbó por las acciones de violencia de la semana pasada que dejaron al Hamas como el único gobernante de Gaza.
La lucha interna ha dejado a los palestinos con dos gobiernos, un gabinete mayoritariamente del Fatá en Cisjordania, que es respaldado por la comunidad internacional, y por los gobernantes del Hamas en Gaza, que han sido rechazados.
Exclusiva AP