El plan de paz estadounidense fue presentado ante Ariel Sharon en su visita a Washington de la última semana.
Según la prensa local, el plan busca que se produzcan reformas en el campo palestino, el fin de la violencia, la congelación de la ampliación de asentamientos judíos y la retirada de Israel de los poblados palestinos autónomos a mediados de 2003.
Israel está considerando su respuesta ante la explosión de la bomba en un autobús.
Aparentemente, el plan también pide la convocatoria de elecciones al cabo de seis meses y un Estado palestino interino, con un acuerdo final previsto para 2005.
El primer ministro israelí se reunió con sus colaboradores el martes por la noche para formular una respuesta al plan, según informó la agencia de noticias Associated Press.
Los observadores estadounidenses e israelíes son pesimistas.
Han descrito el plan como un ejercicio de contención para convencer a los países árabes aliados de Estados Unidos que Washington no ignora el problema palestino mientras se está preparando para una posible guerra contra Irak.
Diplomacia
Un importante colaborador de Sharon dijo que no podría haber avances en las negociaciones de paz si el líder palestino, Yasser Arafat, permanece en el poder.
Sin embargo, en una muestra de discrepancias en el gabinete israelí, el ministro de Defensa, Benjamin Ben-Eliezer, dijo que deberían utilizar la diplomacia luego del atentado suicida del lunes.
Ben-Eliezer dijo que a Israel le quedan pocas opciones.
«Creo que a pesar del día doloroso, sería necesario comenzar las aproximaciones y decir que quizás ha llegado la hora de hacer públicas nuestras intenciones diplomáticas», dijo Ben-Eliezer.
En declaraciones en la televisión israelí el martes, Ben-Eliezer dijo que su país se estaba quedando sin opciones militares para acabar con la Intifada.
Las fuerzas israelíes destruyeron el martes por la noche la casa de un militante palestino que murió en un ataque suicida en Gaza.