Las banderas verdes de Hamás ondeaban en el tejado de la sede de la Seguridad Preventiva en Ciudad de Gaza – un símbolo poderoso de que han tomado el poder tras seis días de derramamiento de sangre en el que más de 100 milicianos y civiles han muerto.
Al menos 20 murieron en los combates del jueves en toda Gaza, dijeron fuentes médicas, incluyendo 18 hombres de Al Fatah cuyos cadáveres se encontraron en el recinto de la Seguridad Preventiva.
A ellos se suman cuatro adolescentes palestinos que murieron en una explosión al sur de la Franja. Israel negó las informaciones de los vecinos de que fallecieron por la explosión de un proyectil de un tanque israelí.
Los palestinos se acercan así a una división entre una Gaza controlada por los islamistas y una Cisjordania en manos del partido de Abas, Al Fatah, alejándose aún más de su sueño de un Estado independiente en ambas zonas.
Abas está estudiando si disuelve el «gobierno de unidad» dirigido por Hamás que ambos partidos formaron en marzo de acuerdo con un plan de paz patrocinado por los saudíes, que pretendía acabar con la violencia interna y aliviar las sanciones occidentales por la negativa de Hamás a reconocer el Estado de Israel, dijeron varios asesores.
Estos añadieron que Abas se pondría al frente de un gabinete de emergencia.
En el comunicado de victoria, el responsable de Hamás Sami Abu Zuhri declaró en Gaza: «Lo que ha pasado hoy en la sede de la Seguridad Preventiva ha sido la segunda liberación de la Franja de Gaza, esta vez del rebaño de colaboradores (israelíes)». La primera sería la retirada israelí en otoño de 2005.
Varios defensores, que iban desnudos de cintura para arriba, fueron sacados con las manos en alto por los milicianos de Hamás. No se sabe qué ocurrirá con ellos, aunque responsables de Hamás dijeron que sus milicianos tienen órdenes de matar a ciertos dirigentes de Al Fatah y ha habido informaciones sin confirmar en los últimos días de prisioneros ejecutados de un tiro en la cabeza.
Algunos hombres de Al Fatah se vengaron en Cisjordania, disparando a un integrante de Hamás cerca de Ramala, y capturando a varios más en las localidades de Yenin y Naplusa.
Ante la perspectiva de una Gaza dirigida por el movimiento islamista, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo que debería estudiarse el despliegue de un contingente internacional a lo largo de la frontera del pequeño territorio costero.
Ante la falta de seguridad, la Unión Europea anunció la suspensión de la ayuda humanitaria.